Las calderas que tiene como destino final la refinería de Tula, Hidalgo, continúan estacionadas en las inmediaciones de Santa Rosa Jáuregui, a la altura del Parque Industrial Querétaro (PIQ). El presidente municipal de Querétaro, Felipe Fernando Macías Olvera, confirmó que la empresa de logística encargada de estos reactores no ha solicitado ningún tipo de permiso para transitar por vías municipales, pues se esperaba que ayer retomaran su camino.
De igual forma, ante la Comisión Estatal de Infraestructura (CEI) tampoco cuenta con solicitud de permisos para transitar por la entidad.
Para transportar estas herramientas son necesarias mil 536 llantas para la caravana, y cada una debe de ejercer una presión no superior a las 2.5 toneladas.
Esta es la segunda vez que este tipo de maniobra se realiza en México. La primera ocasión fue en 2017 cuando se rompió un récord de kilómetros recorridos para transportar carga industrial pesada, rebasando el impuesto por Canadá, donde recorrieron 482.80 kilómetros.
Estos reactores serán utilizados en la planta coquizadora de Tula, Hidalgo, que fue construida el año pasado por el gobierno federal con una inversión aproximada 2 mil 800 millones de dólares, para procesar combustóleo y producir gasolina.
El proyecto de dicha planta, incluyó también la construcción de 5 plantas de servicio nuevas, dos subestaciones eléctricas y una torre de enfriamiento. La estimación que con la rehabilitación de la planta de Tula se pudiera lograr una producción de 42 millones de barriles diarios de gasolina y 48 millones de barriles de diésel durante todo el 2024.