En lo que va del año han sido clausurados dos centros de rehabilitación conocidos como “anexos”, esto derivado de denuncias recibidas a la línea de emergencias 911, por no cumplir con los requisitos adecuados, el más reciente fue al mediodía del pasado miércoles, en la colonia Lomas de Casa Blanca, confirmó el secretario de Gobierno del municipio de Querétaro, Martín Arango.
Registrados ante el Centro Estatal Contra las Adicciones (CECA) hay 57 centros de este tipo en la capital queretana, que además deben de estar al corriente con sus licencias de funcionamiento y vistos buenos de Protección Civil.
La Secretaría de Salud, en coordinación con el CECA, son las áreas encargadas de verificar que cumplan con lineamientos que marca la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic).
Sin embargo, la autoridad municipal sólo puede intervenir por medio del área de inspección y Protección Civil, cuando es emitida una denuncia ciudadana.
Es por eso que acudieron a este punto de Lomas de Casa Blanca, donde reportaron que había gente que hacía mucho ruido, lo que ocasionó molestias a los vecinos, por lo que al revisar el establecimiento confirmaron que no tenía licencia de funcionamiento ni las constancias de capacitación en primeros auxilios que solicita Protección Civil.
Por no contar con estos permisos, la multa a la que podrían ser acreedores es de 60 mil pesos, además de poner en regla la documentación necesaria para este giro.
“Nuestras áreas de inspección tanto la de comercio, como Protección Civil actúan bajo las denuncias que normalmente nos mandan los propios ciudadanos; tuvimos una denuncia que nos refirieron que había gente que hacía mucho ruido, generaba molestia a los vecinos y ahí nuestra área de inspección realizó la visita a este lugar. Lo que me refieren que es un centro donde se daban pláticas de AA para evitar que las personas pudieran continuar en alcoholismo y de la misma manera había terapia”, indicó.
El funcionario municipal agregó que la semana pasada hicieron otra clausura, ahí se trato de un anexo llamado albergue María Loreto León, donde había 11 personas a quienes se les ofreció hacer uso del hogar en transición del municipio de Querétaro, pero no accedieron.