Más Información
El Domingo de Ramos marca el comienzo de la Semana Santa y los devotos católicos acuden a los templos con sus palmas que artesanos elaboran afuera de dichos recintos y bendecirlas.
Fray Alejandro Martínez Pérez, fraile dominico, señala que para celebrar la Semana Santa hay que estar dispuestos a transformarnos. “Vivimos un encuentro con Dios esta Semana Santa”, indica.
Desde temprano los feligreses acuden a los templos a la misa de Domingo de Ramos. Como es tradición, afuera de los recintos, los artesanos elaboran palmas y otras figuras religiosas, como cruces, en cuestión de minutos en el mismo lugar.
Los precios van de los 30 a los 50 pesos. Los devotos compran antes de entrar a misa sus palmas, para que luego sean bendecidas por los sacerdotes.
Lee también: Fieles conmemoran Domingo de Ramos y dan inicio a la Semana Santa
En algunos templos, como en La Congregación, se llevan a cabo procesiones con imágenes de Jesús Nazareno en las calles de los alrededores de ese templo, generando una ligera carga vial, pues los devotos ocupan el arroyo vehicular. En otros recintos, la procesión es sólo para entrar. No lo hacen en las calles.
Otros templos, como La Cruz, se abarrotan de feligreses que acuden a misa y a bendecir sus ramos y palmas. Los vendedores de estos productos no se dan abasto, pues los feligreses no quieren perder tiempo para entrar a la Eucaristía.
En el caso del templo de San Francisco, en la calle de Madero, entre las avenidas Corregidora y Juárez, se instalan puestos de comida, que son parada obligada para los católicos al salir de los servicios religiosos.
La ceremonia de este día recuerda el pasaje bíblico en el que Jesús de Nazaret entra a Jerusalén montado en un burro antes de la Pascua judía y es alabado por los habitantes de la ciudad agitando palmas a su paso.
Te podría interesar: ¿Cuánto se paga de casetas de Querétaro a la CDMX si viajas en Semana Santa?
Una experiencia de amor
Fray Alejandro comenta que este domingo se inicia una experiencia de amor. Precisa que para celebrar esta Semana Santa se debe estar con un corazón dispuesto, “abierto a transformarnos. Somos como una plantita que va creciendo desde la semilla desde la infancia, la adolescencia, la juventud, y cada uno en la adultez y en la plenitud de vida cada uno, en este momento de vivir la Semana Santa necesita algo especial.
Nosotros vivimos un encuentro con Dios esta Semana Santa, cuando los problemas en nuestra vida vienen siempre necesitamos un lugar, un refugio para fortalecer nuestra fe, animar nuestra esperanza y animar nuestro amor… escuchar la palabra de Dios y contemplar a Dios en la cruz y resucitado. Esa es la clave para vivir esta Semana Santa”, apunta.
Recuerda que de acuerdo a los Evangelios, Jesús fue tres veces a Jerusalén, y la tercera fue para vivir su pasión, él sabía que se acercaba su hora, por lo que las escrituras están llenas de signos. Por ejemplo, el burro, que pudiera representar a los fieles. “Un burro que no ha sido montado, un burro bronco, difícil. Nosotros somos ese burro que necesita el Señor… Jesús es proclamado como Rey de los Judíos que entra, como decía la profecía de Isaías, montado en un burro a Jerusalén. Los ramos eran los símbolos para alabarlo”.
Cambios en la feligresía
Fray Alejandro destaca que a lo largo de sus 30 años como sacerdote ha visto cómo los feligreses que acuden a las ceremonias y servicios de Semana Santa disminuyen —dice— por varios factores. Señala que hay diferentes realidades, pues en el caso del templo de Santo Domingo, es una feligresía que es de otras partes de la ciudad, no es igual que a las parroquias de otros sitios de la ciudad o poblaciones más chicas, donde hay una misma comunidad que acude cada semana a misa.
Lee también: La Cañada se prepara para la representación de la Pasión de Cristo
“Aquí, sobre todo, el fervor ha venido disminuyendo. La otra razón son las mismas situaciones de la iglesia, los problemas de la iglesia, las realidades actuales que viven. Los jóvenes están un poco alejados de la iglesia. Quienes siguen, ellos, pero casi la mayoría de las personas que asisten son adultos mayores, o adultos que tienen una fe más madura. Yo creo que sí ha habido una disminución.
La otra, en esta circunstancia actual que estamos viviendo, es por el alejamiento que vivimos durante la pandemia. Fueron casi tres años en los que se cerraron los templos. Todo eso ha afectado. Venía disminuyendo la feligresía y ahora el reto de la iglesia es atrapar a los jóvenes, atrapar a los niños, para que vivan esta experiencia. Creo que sí hay una disminución, pero cuando el hombre, cuando hemos necesitado de Dios volteamos hacia él y venimos aquí”, precisa.
Te podría interesar: “Representar a Jesús es un honor”: Adán Chávez
Las siguientes ceremonias religiosas de Semana Santa serán el miércoles con misas y unción de los enfermos. El Jueves Santo será el lavado de pies, la misa de la última cena y la visita de las siete casas. El Viernes Santo se realizará el Viacrucis, como ceremonia más importante del día.
Asimismo, en las calles del primer cuadro de Querétaro se llevará a cabo la Procesión del Silencio.
En La Cañada, municipio de El Marqués, se realiza la representación de la Pasión de Jesús, que este año cumple 160 años.