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No, no se pueden quedar en casa en está fecha. No pueden desmoralizarse porque la autoridad prohibió que se iluminaran Los Arcos con los colores del arcoíris. Ellos, la comunidad de la diversidad sexual, ilumina la noche a su manera.
Desde las 19:00 horas comenzó a reunirse la gente para presenciar el acto simbólico convocado por las organizaciones de diversidad sexual.
Poco a poco, los activistas hacen su arribo. Llegan Walter López, del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico; Gisela Sánchez, Aline Hernández, así como la regidora Ivonne Olascoaga, y Gabriel Osejo, también regidor. Además, Consolidación González, Maricruz Ocampo y la ombudsperson, Roxana de Jesús Ávalos.
La noche comienza a caer sobre la capital queretana. Se alistan para el evento. Sobre una mesa se coloca una bandera arcoíris, desde ahí darán los discursos.
La convocatoria tiene respuesta. Llegan también representantes de las empresas incluyentes.
El evento inicia con el recordatorio de la conferencia de prensa que se realizó en la mañana. Recuerdan que hace 29 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad como enfermedad mental.
Son poco después de las 20:00 horas. Se pasa un video donde se muestran algunos casos de intolerancia hacia la comunidad LGBTTI. Hechos que duelen a la comunidad y a quienes los apoyan y simpatizan con su causa.
Walter López recuerda los casos de violencia contra los integrantes de la diversidad sexual.
Pide a las autoridades presentes que hagan de esta ciudad un lugar incluyente, donde todos quepan en paz. Destaca el poder de los símbolos, como hubiera sido el iluminado de Los Arcos. Este año, se tendrá que hacer con una aplicación, al no tener permiso para encender el monumento.
Resalta que México es el segundo lugar, a nivel mundial, en crímenes de odio, después de Brasil.
Los presentes escuchan con atención la explicación de Walter López, quien también hace un recuento de los logros, como los matrimonios igualitarios.
Destaca los logros que han cambiado familias, escuelas, iglesias, donde todos son respetados, aceptados; donde pueden ser ellos, sin miedo a agresiones, discriminación e intolerancia.
La activista Aline Hernández destaca que los padres de hijos de la diversidad temen siempre que sus vástagos sean violentados y agredidos en la calle.
A pesar de que la penumbra ya hay asistentes, las luminarias de Los Arcos no se encienden, pero la luz del respeto está presente.
