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Más de 800 cartas y fotografías fueron almacenadas y selladas en la cápsula del tiempo de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), con la que se celebra el 60 aniversario de la autonomía universitaria.
Esta pequeña cápsula, que no volverá a ver la luz hasta el año 2059, cuando se cumplan 100 años de la autonomía de la UAQ, almacena pensamientos de los universitarios expresados en cartas y poemas, también se encapsularon fotografías y portadas de periódicos, clips de audio y video de los programas universitarios como TV UAQ y demás aspectos relevantes para la comunidad universitaria, es decir, alumnos, profesores e incluso ex rectores de la máxima casa de estudios.
La ceremonia fue encabezada por la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca; el secretario de Educación en el estado, Alfredo Botello Montes y Mario Durán, coordinador de Imagen Universitaria. Como invitados de honor se tuvieron a varios ex rectores, y a los miembros del comité de huelga estudiantil, quienes pugnaron por la autonomía universitaria con el entonces gobernador Octavio Silverio. Mondragón en 1958.
Álvaro Arreola Valdez, presidente del comité de huelga estudiantil, tomó la palabra y recordó cómo en 1958, lo que inició como un pequeño movimiento estudiantil se convirtió en una exigencia de varias universidades a nivel nacional.
“Nosotros cerramos por varios días las principales calles del Centro Histórico, estuvimos dialogando varios días con el gobernador hasta que retiramos la huelga, durante ese tiempo no se cometió ninguna falta, no se le faltó al respeto a ningún ciudadano y cada vez llegaba más apoyo, de muchas formas, con alimentos, con cartas, de todas formas, nosotros nos dimos cuenta de que todo estaba a nuestro favor y que nada iba a detenernos”.
“Pedimos apoyo a las demás universidades del país y muchas nos apoyaron, enviaban cartas al gobierno del estado pidiendo la autonomía de nuestra universidad, y nosotros lo sabemos porque también nos enviaron copia a nosotros, entonces lo que comenzó como un pequeño grupo, un pequeño movimiento se convirtió en una gran presión para el gobierno y logramos obtener nuestra autonomía”.
La rectora Teresa García reconoció la labor del comité estudiantil de aquellos tiempos, pues dijo, sin ellos la UAQ no sería una casa de estudios libre y autónoma. Recordó que en el 58, los estudiantes exigían al gobernador Octavio Silverio Mondragón tres puntos inamovibles; la reinstalación del rector Fernando Díaz Ramírez, la autonomía universitaria y un aumento en el presupuesto para la universidad.
García Gasca reiteró el crecimiento de la UAQ desde que obtuvo su autonomía, sin embargo, señaló que el aumento del presupuesto es una de las deudas históricas del gobierno del estado.
“El día de hoy nos llevamos una gran reflexión, seguir defendiendo a nuestra universidad, ahora la universidad tiene otro tipo de problemas muy distintos a los que se presentaron hace algunos años, aunque algunos persisten y tenemos que seguir resolviéndolos, aún tenemos el problema del presupuesto, aún tenemos amenazas externas pero la mejor forma de defender a nuestra universidad es con amor y compromiso, seguir demostrando que nuestra casa de estudios es de las mejores”.
Durante la ceremonia, la Orquesta Típica Somos UAQ entonó un himno de reciente creación inspirado en la autonomía universitaria; posteriormente entregaron la letra y las partituras a la rectora, para colocarlas en la cápsula.
Mario Durán, coordinador de Imagen Universitaria y encargado de la elaboración de la cápsula que fue colocada en el monumento de la autonomía, presentó un grupo de 70 pequeños guardianes de la cápsula, es decir, niños de entre 3 y 10 años de edad, hijos de alumnos o académicos, cuya función será velar por la apertura de la cápsula en el año 2059.
Los pequeños entregaron a la rectora una serie de dibujos donde explican cómo se imagina el mundo en 40 años, también entregaron un peluche de la mascota universitaria, el gato salvaje.
La rectora guardó los últimos tesoros, y cerró con llave la cápsula del tiempo; entonces salieron disparados varios fuegos artificiales que cerraron con broche de oro dicha fiesta universitaria en donde por todos lados se repitió aquella frase de José Vasconcelos, “Educo en la verdad y en el honor”.
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