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“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”, dice el sacerdote a la mujer mayor que se acerca al altar, quien agacha la cabeza para que el clérigo imponga la ceniza en este miércoles que marca el inicio de la Cuaresma para los fieles católicos.
Desde temprano, los templos reciben a los feligreses. Teresitas, Santo Domingo, San Francisco, Santa Rosa de Viterbo son algunos de los templos que abren sus puertas y a los cuales se acercan los devotos que cumplen con este dogma.
Las misas se llevan a cabo en varias iglesias a las 7 de la mañana. En otras, una hora después. A todas llegan los feligreses, muchos de los cuales son adultos mayores, aunque no faltan personas que acuden a sus centros de trabajo y que antes de llegar a su jornada laboral cumplen con sus creencias. Muchos son empleados de dependencias del gobierno, identificados por los chalecos de sus respectivas oficinas.
Los curas leen el Evangelio del día. Dicen una homilía y bendicen la ceniza que se impondrá este día, hecha con las palmas bendecidas del Domingo de Ramos del año pasado, principalmente.
De acuerdo con el dogma católico, la imposición de la ceniza, además de marcar el inicio de la Cuaresma, representa una muestra de arrepentimiento y penitencia, símbolo que también se usa en otras religiones. En el catolicismo la tradición comenzó en el siglo noveno.
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Durante el día los devotos acuden a los templos más cercanos a sus domicilios, trabajos o escuelas. Uno de los más visitados es el templo de La Cruz, donde durante todo el día los feligreses llegan para la imposición de la ceniza.
Sobre Madero, entre las avenidas Juárez y Corregidora, se instalan puestos de comida, los cuales tradicionalmente se instalan en las festividades religiosas que se llevan a cabo en San Francisco.
Los devotos (y los que no) aprovechan la instalación de diversos puestos de antojitos para degustar unas papas a la francesa, unos esquites o un elote, pan “de feria”, jarritos preparados, flautas, entre otros productos que deleitan el paladar.
En los templos, los sacerdotes llaman a reflexionar y a hacer penitencia en estos 40 días de preparación de la Cuaresma, número simbólico, recordando los 40 días que pasó Jesús en el desierto, de acuerdo con los evangelios.
La Cuaresma, señalan los curas, también son llamados para practicar actos de piedad, como la limosna, el ayuno y la oración, pero siempre en secreto, sin llamar la atención o alardear de los mismos.
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Anteriormente, la imposición de la ceniza se hacía con una cruz en la frente, ya sea con un sello o con los dedos del sacerdote. Actualmente, la ceniza se pone sobre la cabeza, en el cabello. Los tiempos han cambiado.
Por otro lado, en diversos mercados hay otros que esperan la Cuaresma. Se trata de los vendedores de pescados y mariscos, que en esas fechas, por la vigilia impuesta por la Cuaresma, ven aumentar sus ventas.
Este Miércoles de Ceniza es el primer día de la Cuaresma, en el cual se debe de respetar la restricción de comer carne roja. Muchos devotos acuden a comprar el pescado de su gusto. Desde una sabrosa mojarra, hasta un refinado salmón, pasando por el cazón, el huachinango, el mero y los mariscos, que también son una opción.
En las marisquerías, por ejemplo, las ubicadas en el mercado de La Cruz, los comensales tienen que esperar su turno. Incluso, en alguna tienen colocado un cartel donde solicitan lavaloza.
Aunque la iglesia católica ha suavizado las restricciones para el consumo de carne durante la Cuaresma, como señalar que el pollo también puede ser una alternativa relativamente más económica que los pescados y mariscos, la mayoría de los católicos prefieren, por tradición, evitar el consumo de cualquier tipo de carne.
De los más socorrido en las marisquerías son los cócteles de camarón, en muchas ocasiones acompañados con una cerveza, pues la iglesia llama a la vigilia, pero no dice nada de la abstinencia de bebidas.
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La penitencia
Es costumbre de algunos católicos que durante la Cuaresma hagan una promesa de penitencia, como una forma de hacer un sacrificio, pidiendo un favor a Dios o simplemente para abstenerse de algo que les gusta mucho.
Hay quienes hacen penitencia para no fumar o beber bebidas alcohólicas. Otros más prometen no beber refrescos o ciertos alimentos durante los próximos 40 días.
Hay quienes también prometen hacer oración o ayudar a las personas en situación de calle.
Aunque por lo regular, las penitencias, más que hacer obras de caridad, lo hacen para abstenerse de consumir productos que les gusten mucho.
Cualquiera que sea la forma en la que los católicos la vivan, la Cuaresma marca el inicio de una época importante en el calendario litúrgico que no tiene una fecha fija, que va de acuerdo al calendario lunar, costumbre heredada de la tradición judía que marcaba la Pascua en la primera luna llena de la primavera.