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Desde hoy, la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) informó que controlorá el acceso de todas las personas que ingresen a sus instalaciones.
Por esta medida, las plumas de acceso a las instalaciones del campus del Cerro de las Campanas estarán en funcionamiento a partir de este lunes. El ingreso y salida tanto vehicular como peatonal será mostrando la credencial institucional.
Es así que los vehículos motorizados y no motorizados conducidos por estudiantes, personal docente o administrativo de la UAQ podrán ingresar y salir por las plumas de acceso ubicadas en las calles Hidalgo, G. Garfias y 5 de Febrero.
Mientras que los conductores que no formen parte de la comunidad estudiantil deberán solicitar ingreso y salir por la calle Centenario. Mientras que los accesos peatonales son por Hidalgo, las facultades de Derecho, Enfermería, Artes, 5 de febrero y Centenario. De acuerdo a lo publicado por la casa de estudios en redes sociales esta determinación es para tener una mejor organización y una circulación fluida al interior del campus.
En caso de que la comunidad universitaria presente fallas con su credencial de acceso, podrán acudir con Antonio Velázquez en la Coordinación de Servicios de Informatización, que se encuentra en la planta baja de la biblioteca en un horario de lunes a viernes de 8 a 15 horas.
Y en caso de que estudiantes, maestros o administrativos no cuenten con su credencial, tendrán que dejar cualquier otra identificación con foto, la cual se quedará en la caseta de vigilancia y será devuelta cuando la persona salga de la Universidad.
La rectora de la casa de estudios, Teresa García Gasca, aseguró que este control no es para negar el paso a nadie, sino para tener un registro de las personas que entran y salen, como medida de protección.
“Somos blanco de muchos robos continuamente y eso es parte de la seguridad que tenemos (…) Ya había empezado –previo al paro, pero se detuvo un poco por el proceso de credencialización”, explicó.
La casa de estudios retomó las clases el pasado 3 de noviembre luego de un mes de paro de actividades convocado por los alumnos quienes exigían un espacio seguro y libre de acoso o cualquier tipo de violencia; además de la destitución o renuncia de cuatro maestros que presuntamente habrían cometido agresiones sexuales.