El coordinador de Admisiones de la Facultad de Medicina en la UAQ fue cesado de su cargo tras iniciarse una investigación por el hallazgo de 15 exámenes irregulares para ingresar a esa unidad académica, informó Amadeo Lugo Pérez, secretario académico en el gabinete del nuevo director, Rodrigo Miguel González Sánchez.
Esta es hasta ahora la única consecuencia de la presunta filtración de los resultados del examen de admisión para la Licenciatura en Medicina. En esta ocasión, cabe señalar, el puntaje de ingreso superó los 83 puntos y se rechazó a 80% de los más de 700 aspirantes que concursaron para esa facultad.
Lugo Pérez, además, señaló que el número de exámenes con puntaje irregularmente alto se redujo a la mitad, de 33 a 15, e informó que quienes ya se encuentren inscritos tienen sus derechos como alumnos regulares vigentes y podrán cursar la carrera, pues los resultados ya están publicados de manera oficial.
La posibilidad de anular el proceso de admisión para quienes entrarán a clases este segundo semestre del año no fue mencionada y, el secretario académico señaló que se continuará la investigación para que se llegue a las últimas consecuencias para con los involucrados, lo que incluiría a estudiantes, o a funcionarios universitarios.
“Una vez que se presenta el examen EXCOBA se ve que hay coincidencia en un puntaje alto, tanto en el examen propedéutico como en el EXCOBA. Con base en ello, para tener una total transparencia es que se dio pauta a esta investigación que se encabezó inicialmente por la dirección de la facultad; pero se dio parte a la Secretaría Académica de la Admisión Central”, señaló el director de Medicina.
La investigación estará a cargo de la Facultad de Medicina, agregó el abogado general de la UAQ, Antonio Montes, pues la Administración Central encabezada por la rectora Silvia Amaya Llano no tiene injerencia en el proceso de selección de las 14 unidades académicas de la casa de estudios.
Sobre las sanciones, Montes reconoció que aún no se conoce cómo se procederá contra los estudiantes, contra los funcionarios que pudieron haber filtrado la información; y contra los cursos privados —que son usados como cursos de repaso para aspirantes a la UAQ— en los que se habría difundido información relacionada con los exámenes de admisión.