Sociedad

Después de los 40 años, se puede tener presbicia

El padecimiento es una manifestación visual, consecuencia de la excesiva exposición a los rayos ultravioleta, explica especialista

Foto: Domingo Valdez
13/10/2024 |10:03
Domingo Valdez
Corresponsal en QuerétaroVer perfil

Después de los cuarenta años todas las personas padecerán presbicia, conocida popularmente como vista cansada, afección que incluso se puede presentar antes de esa edad por excesiva exposición a los rayos ultravioleta que endurecen el cristalino, afirma Rafael Vázquez Rojas, médico adscrito al servicio de microcirugía del segmento anterior, en el Hospital de la Ceguera.

La presbicia, explica, es una manifestación visual que ocurre como consecuencia de la disminución de la acomodación, que es cuando córneas y cristalinos trabajan en conjunto para enfocar objetos. En el ojo las córneas y los cristalinos sirven para enfocar los objetos que se ven. El poder refractivo del cristalino es enfocar los objetos que la persona se acerca a los ojos.

Si nosotros acercamos un objeto, el cristalino se va a abombar para que lo podamos ver, incluso estando más cerca. Si el cristalino está en reposo es cuando podemos disfrutar de una visión lejana. Llamamos visión lejana a todo lo que está de seis metros hacia el infinito. Entonces, el cristalino, a lo largo de la edad, se va a ir modificando, como todas las partes de nuestro cuerpo. Los cambios que sufre el cristalino son rigidez y opacidad. Primero ocurre la rigidez y luego la opacidad. Cuando empieza a ser más rígido pierde su capacidad de cambiar de forma y cuando ocurre la opacidad es cuando le llamamos catarata”.

Normalmente se habla de presbicia a partir de los cuarenta años. En algunos pacientes que tienen características especiales de un mal enfoque cercano, o que tienen el ojo más chico, tienden de por sí a tener un enfoque de los objetos que incluso vemos a distancia el punto focal que generan la córnea y el cristalino va a estar detrás de su retina. Para que se pueda ver bien se tienen que tener estos dos sistemas en congruencia.

Hay personas que pueden presentar antes de los cuarenta años la presbicia, por ejemplo aquellas que tienen los ojos un poco más chicos que la mayoría de las personas. Por el contrario, aquellas personas con miopía están, de cierta manera, “protegidos” contra la presbicia.

La mayoría de los pacientes que tienen miopía son precisamente consecuencia de tener un globo ocular un poco más grande. Cuando tenemos miopía el punto focal cae antes de la retina, no lo traspasa como en los pacientes hipermétropes. Entonces, ellos tienden a darse cuenta después. No es que la rigidez del cristalino esté teniendo una aparición posterior, sino que está ocurriendo al mismo momento que en el paciente el ojo de diferente tamaño. Sin embargo, en estos pacientes lo notan después, porque ellos todavía perciben la acomodación de manera más funcional, pero por las características del tamaño de su globo ocular tal cual”, explica.

Las personas con miopía y astigmatismo no se dan cuenta que tienen rigidez del cristalino, porque la vista cansada ocurre como una consecuencia de que se ve borroso, de que no se puede enfocar.

El cristalino está suspendido por una serie de ligamentos que están fijados en un músculo interno, pero como todo músculo se fatiga.

Esto se puede dar en dos escenarios comunes: en niños que ven de cerca el celular, que están mucho tiempo usando tabletas, porque independientemente que logren enfocar o no, es un trabajo que está haciendo el músculo.

El otro escenario, es en los adultos, a partir de los cuarenta, cuarenta y cinco años, pues ya no es suficiente la acomodación que tienen, el músculo se tensa para tratar de compensar esta falta de acomodación y van a tener un cansancio muscular del ojo que se va a manifestar de esta manera.

Los tratamientos variarán de acuerdo a cada paciente. Un tratamiento es el láser, aunque es muy nuevo y consiste en un ajuste de lentes, pero que se hace directamente en las córneas, para hacer un desfasamiento del enfoque entre un ojo y otro, generando una zona blending, en la que el paciente podrá mezclar un ojo que quedó calculado para una visión más lejana y un ojo que quedó para una visión más cercana, permitiendo al paciente por medio de la neuroadaptación gozar de la visión cercana y lejana. El inconveniente de este tratamiento es que se debe de hacer en pacientes muy escogidos porque todo paciente que tiene presbicia no está lejos de tener cataratas.

Otra opción para otros candidatos, si ya vemos que está iniciando una catarata, aunque sea incipiente, al paciente le ofrecemos una cirugía de catarata con un implante de lente intraocular que pueda corregir visión lejana, intermedia y cercana, resolviendo el problema de la catarata que es un tema inevitable en todos los que planeamos vivir 70, 80 años”, puntualiza.

Foto: Domingo Valdez