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El secretario de Salud en el estado, Julio César Ramírez Argüello, sostuvo que hay “fuga de medicamento” en el sector salud y ya se están haciendo las investigaciones para determinar cuál es la causa.
Reconoció que usó un mal término al indicar que había “robo hormiga”, esto luego de la solicitud del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud sección 32 pidiera la destitución del funcionario al acusar a los empleados de robarse las medicinas.
“Lo que se comentó en ese momento, entre comillas y subrayado, de robo hormiga entonces llamémosle fuga de medicamento y dije que no me checaban las cuentas”, dijo el funcionario.
Indicó que en una revisión en el Hospital General de Querétaro detectaron inconsistencias en las cuentas entre el número de pacientes atendidos y los medicamentos recetados, una situación que en la lógica medicinal “no checa”.
Como ejemplo, indicó que durante marzo registraron 43 ingresos con promedio de estancia hospitalaria entre 3 y 4 días, y se utilizaron mil 598 dosis de antibióticos -de 10 tipos de diferentes- y la mayoría de alto espectro, es decir que se ingieren una vez al día (cada 24 horas).
“Yo nada más digo que hagan sus cuentas a ver si checan o no (...) no es cuestión mía, es que tengo que eficientar los recursos para que alcancen a todo mundo”.
El funcionario aseguró que no caerá en provocaciones y que es respetuoso de las posturas de los trabajadores, aunque no dejó de lado el hecho de que están en proceso electoral para la renovación de la Secretaría del Sindicato de los Trabajadores del Sector Salud en el estado.
“Yo soy muy respetuoso de los procesos y de lo que podrían decir, recordemos que están en campaña electoral en cuestión del sindicato y voy a respetar lo que digan, no voy a caer en el juego de la provocación, simplemente las cuentas a mí no me checan”.
Agregó que hay personas a las que no les gustan ciertas medidas de control cuando éstas son diferentes a lo que están acostumbrados; en el caso de la revisión al hospital señaló que encontraron otros elementos que revelan las inconsistencias.
Pese a ello no se han negado los medicamentos que son solicitados por el personal; como medida requerirán el nombre y apellido de cada paciente para saber qué se da a cada uno y tener más control, aunque reconoció que eso implicará más carga de trabajo.
“Cuando se implementan ciertas medidas y candados para eficientar, muchas veces hay pocas personas que no están conformes con eso (…) no estamos restringiendo en medicamento, lo que solicitan es lo que se está dando, pero obviamente deben darme las cuentas”.
