Plazas y jardines se llenaron de infancias y adultos en busca de globos de colores para el envío de la carta a los Reyes Magos. Los vendedores los ofrecían a los paseantes que llevaban a sus hijos.
“Llévele el globo para que llegue la carta a los reyes, acuérdese que si no llega, no habrá regalo” advirtió el globero.
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Los tanques de helio, al lado de los globeros es una escena que solo se ve en estas fechas, sin que haya una supervisión de la autoridad, aunque con la finalidad de que el día previo a la llegada de los reyes de oriente, se busca darles la mayor facilidad.
Los niños no dejan de sorprenderse por los colores brillantes de los globos, los miran como la llave que les permitirá que en casa haya regalos.
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“¿Cuál le doy chaparrita? te gusta el verde porque veo que no le quitas el ojo”, dijo el globero a una pequeña de 5 años.