Estimó que la situación de México es diferente a la de Estados Unidos y que aquí no hay un racismo como tal, que se trata más de una falta de acción para tratar de integrar a las comunidades indígenas en el desarrollo social.
“Se derribaron bajo la idea de fueron racistas… dentro de todo este movimiento que se ha hecho a nivel mundial acerca del racismo. Los Estados Unidos tienen una connotación muy particular, efectivamente, donde sí se vivió el racismo de una manera muy fuerte”.
“Son obras que son parte ya de la ciudad, que son parte ya del engranaje social, entonces es un atentado en contra de la cultura del pueblo, aunque haya una causa justa creo que ese no es el camino; el camino creo que no es el vandalismo, el camino no es la violencia, todos yo creo que tenemos el derecho de poder manifestar en lo que no estamos de acuerdo, defender valores, pero creo que el camino no es la violencia, el camino no es el vandalismo”.
Remarcó que Querétaro tiene una situación completamente diferente a la de Estados Unidos, pues estimó que no existe un movimiento racista como tal; que casos como el Giovanni, joven asesinado en Jalisco por no usar cubrebocas, derivaron de un exceso por parte de la autoridad.
En cuanto a la situación que sufren los habitantes de comunidades indígenas, estimó que se debe a que los pueblos originarios no han sido integrados completamente al desarrollo del que sí disfrutan todos los mexicanos.
“Sí han sido comunidades rezagadas, pero yo no lo veo así que sea como una cuestión de racismo, que sea por cuestión de su raza, el desprecio a su raza, el desprecio a su cultura, sino más bien ha sido como falta de una integración social, de entender la idiosincrasia de estos pueblos para meterlos en todo el desarrollo social”.
PEREGRINACIÓN
En otro orden de ideas, urgió a los fieles a recordar que las asociaciones de peregrinos no pueden hacerse responsables de quienes decidan caminar a la Basílica de Guadalupe, toda vez que Querétaro ya anunció que no organizará este año la peregrinación.
“La asociación como tal no va, la Iglesia no va. Ellos no pueden decir que van a nombre de la peregrinación, porque nosotros los peregrinos no vamos. Si ellos van por su cuenta no les podemos nosotros impedir que vayan, pero las tres asociaciones: peregrinas, peregrinos y ciclistas, no vamos, no somos nosotros responsables, ellos lo hacen bajo su propio título, bajo su propia responsabilidad, no forman parte de la peregrinación”.
Remarcó que cada peregrinación implica un gran compromiso, que va desde organizar, hasta garantizar que se cumpla con la oración durante la jornada, no es únicamente caminar.
“La peregrinación lleva una logística, lleva una espiritualidad, lleva toda una organización y nosotros no vamos”
