Las personas en situación de calle deben ser claramente identificadas por las autoridades de acuerdo al motivo específico que los lleva a vivir o a pernoctar en vías públicas, consideró el vicario de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, esto tras el asesinato de una mujer en el Jardín Zenea.
Señaló que se debe investigar las causas que llevaron a estas agresiones para generar políticas públicas que pudieran prevenir situaciones como esta. En ese sentido, dijo que la mayoría de las personas que duermen en las calles no son violentas.
“Hay varios grupos en situación de calle y no todos ellos son violentos. Van desde personas que fueron echadas de sus casas, personas con enfermedades mentales que deambulan, que son de pueblos indígenas y buscan algún albergue y hay personas que están bajo los efectos de la droga y el alcohol; generalmente ellos son los más violentos”, precisó.
Como recordó el vicario, no es la primera vez que suceden este tipo de eventos y recordó el asesinato de Samantha, en Ezequiel Montes, justo frente a la Plazuela Mariano de las Casas y al templo de Santa Rosa de Virterbo, donde él oficia misas.
Después de este delito en 2023, agregó el religioso, la plazuela se encuentra vigilada permanentemente por elementos de la policía capitalina.
“La gente que atendemos básicamente es en Cáritas, que viven en situación de calle con alguna necesidad. La persona que cometió el delito seguramente nunca se acercó a Cáritas, porque su entorno es distinto. Después de este delito [el de Samantha] de ahí para acá ha estado vigilada la plaza”, señaló.
Además, recordó que en el diálogo con autoridades se ha señalado que no se puede detener a ninguna persona que transite libremente por las calles, pues es un derecho, y recordó que únicamente se puede realizar alguna acción cuando vulneren derechos de terceros. “Cuando una persona causa un factor de riesgo, ya se vulneran otros derechos”, señaló.
Para el religioso el sistema de cámaras, las fuerzas de seguridad y de Protección Civil han servido para que en Querétaro se viva en un “determinado estándar de paz”, que es reconocido por los habitantes del estado, y las situaciones “que dan percepción de inseguridad, inmediatamente se corrigen”.
Dijo que también es decisivo tanto el que los queretanos “recen por la paz”, como el trabajo activo de las comunidades vecinales en mantener el ambiente de seguridad en sus unidades habitacionales y colonias.
“Querétaro no es una isla en México, somos parte del engranaje social, pero tenemos un estatus tan bonito en que, aunque no podemos sustraernos, no es como otros estados con hay inseguridad permanente”, dijo.