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La tercera ola de contagios por Covid-19 en el estado provocó que enfermaran cinco sacerdotes, de los cuales tres ya se recuperaron, uno está resguardado en casa y otro más se encuentra en el hospital, reveló Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis de Querétaro.
Las cifras muestran una tercera ola menos mortífera, toda vez que en la primera ola murieron seis sacerdotes y en la segunda ola se registraron únicamente varios contagios.
“Gracias a Dios, tres [sacerdotes] ya fueron dados de alta y ahorita tenemos uno con tratamiento en casa y otro hospitalizado… Pareciera que sí, esta tercera ola es menos mortífera, por lo menos así lo vemos en el sector nuestro, que es la cuestión de los sacerdotes”, detalló el vicario general.
“La primera ola, se recuerda que murieron seis sacerdotes y en la segunda ola tuvimos muchos contagiados. Ahora ya tenemos esta tercera ola; sí hubo contagios, pero gracias a Dios no hemos tenido ninguna defunción”, afirmó Lara Becerril.
Quienes se enfermaron en esta tercera ola de contagios por Covid-19 tienen entre 35 y 55 años de edad; uno de ellos incluso recién acababa de recibir su primera dosis de vacuna contra el coronavirus.
“El [sacerdote] que se nos puso muy grave, que fue dado de alta, tenía su vacuna en esa semana, es decir, no estaba vacunado; los demás ya habían sido vacunados, por lo menos [habían recibido] la primera [de dosis del fármaco ]”, ahondó Lara Becerril.
Rechazó dar mayor información respecto a los sacerdotes que continúan enfermos de Covid-19, pero remarcó que en cuanto se registra el caso de que un sacerdote se enferma, de inmediato se avisa a quienes acuden a esa parroquia.
Se trata, afirmó, de información que la Iglesia sí comparte con los fieles, con la intención de cortar cadenas de contagio.
“Se avisa a los feligreses. Es notoria la falta del sacerdote, los fieles inmediatamente saben y, desde luego, una vez que no ven a su sacerdote, inmediatamente empieza la preocupación; se avisa a los fieles que el sacerdote está enfermo y que está enfermo de Covid”, puntualizó el vicario de Querétaro.
Apuntó que, de acuerdo con el esquema anunciado por las autoridades, la mayoría de los sacerdotes debe haber recibido ya su vacuna contra el virus.
Estimó que al menos el 95% de los sacerdotes que pertenecen a la Diócesis recibió ya al menos una primera dosis contra el Covid-19.
Consideró que falta aproximadamente el 5% de sacerdores de vacunarse, derivado de que sabe de casos en los que el sacerdote aún no acude a los centros de vacunación.
Explicó que esa negativa se debe a que el médico que los atiende les recomendó que mejor esperara un poco antes de vacunarse, toda vez que presentan alguna comorbilidad.
“Pienso que no están todos vacunados por alguna razón, por lo menos yo sé de algunos a los que el médico les ha dicho que esperen un poquito, porque tienen otras enfermedades; la comorbilidad siempre ha sido un riesgo, pero vamos a decir que, en general, considero que algunos casos un tanto aislados son los que no están vacunados”, remarcó Lara Becerril.