La Diócesis de Querétaro llamó a los fieles a no usar el Sábado Santo como pretexto para abandonar sus hogares e ir a presas o bordos, también pidió no desperdiciar agua, ni ponerse en situaciones de riesgo.
El Sábado Santo es un día de reflexión, en el que los católicos permanecen en silencio, es el único día del año en que la Iglesia no hace absolutamente nada, declaró el vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril.
El Sábado Santo, que no Sábado de Gloria, los católicos permanecen al lado del santo sepulcro, a la espera de la resurrección de Jesús.
“Los sacerdotes le decimos al pueblo: no es día de ir a balnearios, no es día de echarse agua, ¿por qué? Porque Cristo todavía no resucita. El domingo sería el día adecuado para hacerlo, en esta celebración gozosa y emotiva, pero en este año, con la contingencia, yo quiero recomendarles que ni Sábado Santo, ni en domingo, salgan de sus casas”, señaló Lara.
Llamó a que, como dicen los mexicanos, todos “aguanten” el encierro, toda vez que lo importante es cuidar el tesoro tan valioso que es la salud, tanto la propia, como la de los demás.
“Entre mejor nos cuidemos, más rápido pasará la pandemia y entonces nosotros podremos salir de nuestras casas, y poder disfrutar de todas esas cosas que ahora no hemos podido hacer. Aguanten un poquito, quédense en su casa, disfruten su familia, vivan ahí.
“En Sábado Santo nada de salir de casa, nada de buscar lugares de esparcimiento con agua, además, me imagino que están cerrados ya”, señaló el religioso.
Remarcó que bordos y presas no pueden ser la opción para los queretanos, toda vez que se trata de lugares que, por sus características, representan un riesgo para quienes quieren usarlos como si se tratase de albercas.
Incluso si no ingresan a esos cuerpos de agua, el riesgo está presente desde el momento en que decidan salir de sus casas, exponerse y, de paso, romper la sana distancia recomendada.