En 2023, el estado registró una tasa de 8.9 suicidios por cada 100 mil habitantes, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a propósito del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se conmemora el 10 de septiembre, y cuya intención es concientizar sobre este problema.

Querétaro fue la novena entidad con la tasa más alta del país, incluso tuvo una tasa mayor a la nacional, que fue de 6.8 suicidios por cada 100 mil personas.

El instituto brinda información estadística actualizada de los fallecimientos por lesiones autoinfligidas, con base en las Estadísticas de Mortalidad de 2023 que brinda características de esta problemática.

Al respecto, informó que el año pasado en el país se registraron 8 mil 837 suicidios, lo que representó 1.1% del total de muertes registradas. También indicó que los suicidios fueron la decimonovena causa de muerte a nivel nacional, con una tasa de 6.8 por cada 100 mil habitantes.

De las personas que fallecieron por suicidio, 81.1% correspondió a hombres y 18.9% a mujeres. Del total de casos, 65.6% ocurrió en personas menores de 40 años.

Los estados con las mayores tasas de suicidio fueron Chihuahua, Yucatán, Campeche y Aguascalientes. Los estados con las tasas más bajas fueron Guerrero, Ciudad de México y Veracruz.

A propósito del Día Mundial para Prevenir el Suicidio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalaron que este año el evento se centrará en atender el tema, reducir el estigma y crear conciencia entre las organizaciones, el gobierno y el público, mediante el mensaje de que el suicido se puede prevenir.

Bajo el lema “cambiar la narrativa”, el día mundial de este año “tiene como objetivo derribar barreras, crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio. Todos, individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos tienen un papel importante que desempeñar para cambiar la narrativa sobre el suicidio”.

La OPS informó que el suicidio es un problema de salud pública y abordar la complejidad de las conductas suicidas comienza por identificar factores de riesgo y de protección.

Los factores de riesgo clave abarcan desde los sistemas sanitarios y la sociedad, hasta los niveles comunitario, relacional e individual. Entre ellos se encuentran las barreras de acceso a la atención de salud, las catástrofes, las guerras y los conflictos, los intentos de suicidio anteriores, etc. Estos factores suelen actuar de forma acumulativa para aumentar la vulnerabilidad a la conducta suicida”, señaló.

Asimismo, informó que algunos factores de protección son las relaciones personales sólidas, las creencias religiosas o espirituales y las estrategias de afrontamiento y prácticas de bienestar positivas.

La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones informó que otros factores de riesgo son la acumulación de estrés, muerte de un ser querido o suicidio de alguien cercano, quiebra económica, pérdida de empleo, separación de la pareja o divorcio, abuso físico o sexual.

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