La secretaria del Trabajo en el estado, Liliana San Martín Castillo, reconoció que en el cierre de año disminuye hasta 3% el empleo formal en Querétaro, sin embargo, aseguró que es un fenómeno propio de la temporada por el término de los contratos temporales.
Con esta dinámica, dijo, también aumentan las ofertas en la Bolsa de Empleo de la secretaría, para iniciar con las contrataciones para el mes de enero.
“Sí hay un tema de movimiento, sobre todo en las contrataciones que se tienen, en el caso de empleadores que contratan personal por tiempo específico o por obra específica, entonces es una dinámica diferente. Además es muy breve porque en el mes de enero vuelven a activarse de una manera, digamos que igual de proporcional o incluso mejor”, aseguró la funcionaria.
De acuerdo con datos oficiales, en promedio en Querétaro se pierden 10 mil empleos formales durante diciembre.
Reiteró que esta variación a la baja del empleo responde a los cierres de contratos anuales, por lo que al inicio de cada año se registra una recuperación importante en el número de empleos incluso superior a la pérdida de diciembre.
“Incluso también es un tema, yo creo que de cultura, en el tema de quién se emplea. Porque yo puedo decirte que nuestra bolsa de trabajo crece mucho en el mes de diciembre de manera particular, y los buscadores de empleo dicen, sí, pero me espero en enero”.
San Martín Castillo resaltó que durante el cierre de año también se genera una dinámica de empleo temporal para atender la demanda de consumo de la época, ya que muchas tiendas requieren más trabajadores, donde muchos estudiantes aprovechan para emplearse.
“Son más temas como de sectores de comercios y de servicios, es que es muy cambiante, los dos periodos que se presentan en el año (vacaciones de verano e invierno), oscila digamos sobre todo en adolescentes que es cuando mayor requerimiento también se tiene para empleo de adolescentes en edad permitida de trabajar (…) tenemos un registro de ocho permisos en el periodo vacacional”, dijo Liliana San Martín.
Sin embargo, reconoció que aún falta una cultura de la responsabilidad tanto por parte de los empleadores como de los padres o tutores, quienes no tramitan su permiso ante la dependencia que representa, por lo que la cifra de adolescentes que trabajan es mayor.
“Lo que detectamos es que todavía no hay una cultura ni del empleador, ni de los progenitores, porque en este caso tienen que ir los progenitores a hacer el trámite de solicitud”, apuntó la secretaria.