A partir de hoy y hasta el 2 de julio inicia el periodo de prerregistro para la entrega de fichas para adopción de menores bajo el resguardo del DIF del estado de Querétaro, informó la subprocuradora de protección de niños, niñas y adolescentes del DIF estatal, Paola Fernández.

Actualmente hay 128 menores a la espera de poder ser adoptados, pero esta ocasión el rango de adopción es para mayores de cinco años, si el solicitante radica en Querétaro; en caso de ser de otro estado, el rango de edad para adopción es de 9 años en adelante.

Detalló que no hay un límite de fichas, por lo que cualquier pareja o persona interesada puede sacar ficha para que sean evaluados.

Fernández puntualizó que, de los 128 niños posibles para adoptar, 80 pertenecen a grupos de hermanos, 120 son mayores de nueve años, 29 tienen algún tipo de discapacidad y solo 9 están fuera de estos grupos.

“Tenemos grupos desde 2 a 5 hermanos y es importante preservar el vínculo entre ellos, es su derecho (…) El consejo este año decidió que la convocatoria va a ser para cinco años en adelante derivado de la edad promedio que tienen”, señaló.

En proceso anteriores, dijo, se han recibido en promedio 95 preregistros de los cuales ingresan a la lista de espera 55, en esta ocasión no se tiene una expectativa de interesados.

Los requisitos son: certificación de antecedentes no penales, cartas de recomendación, fotografías familiares, constancias médicas, valoración de trabajo social y valoración de psicología, estas dos últimas hechas por la Procuraduría.

Añadió que todas las solicitudes son revisadas por el Consejo que sesiona mes a mes y éste decide si los candidatos son idóneos o no.

“El proceso para ingresar a la línea de espera puede ser de seis a ocho meses (…) Una vez en la lista de espera el proceso depende de la expectativa del niño a adoptar”, refirió.

Los menores, agregó, son resguardados por el DIF hasta que cumplen la mayoría de edad, y también se trabaja con varias IAP o sociedad civil que ofrecen proyecto de vida para los huérfanos que, en muchas ocasiones, no finaliza cuando cumplen la mayoría de edad.

“Los siguen apoyando, los acogen como parte de la familia y los chicos así consideran las casas en las que están, donde llegan hasta la universidad y para adelante”, expresó.

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