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Los devotos, miles, caminan desde temprana hora. Llegan de los municipios metropolitanos de Querétaro a la capilla en La Noria, en El Marqués, en honor a San Judas Tadeo para rendir culto al santo de las causas difíciles y desesperadas.
Alrededor de la medianoche del sábado se comienzan a escuchar los cohetones. La pirotecnia anuncia la fiesta de este 28 de octubre, a la que muchos son devotos.
Desde la madrugada del sábado los feligreses comienzan a caminar. Comienzan la peregrinación hacia la pequeña capilla a un costado de la carretera México-Querétaro, a un lado de una gasolinera. La circulación sobre la vía se ve afectada. Los elementos policiales trabajan extra para proteger a los peregrinos, evitar un accidente y darle fluidez a la circulación.
Familias completas peregrinan. Muchos de los fieles cargan imágenes del santo, pueden ser pequeñas o grandes, casi de tamaño natural. Otros se visten con los colores de las prendas del santo, como una manera de pagar una manda o una penitencia al que de acuerdo a la tradición fue apóstol de Cristo y que fuera martirizado y asesinado.
Acuden de diferentes colonias, como Lomas de Casa Blanca, Menchaca, El Tintero, Bolaños, y de fraccionamientos como La Pradera, en El Marqués. Desde ahí caminan. Otros llegan en automóviles que estacionan en las inmediaciones, en el caso de encontrar donde aparcar, pues la capilla está a pie de carretera y se complica dejar los vehículos en las cercanías.
El avance sobre la carretera también se complica. Los tráileres avanzan lentamente. Se complica la vialidad, pues las autoridades buscan cuidar la integridad de los feligreses que caminan por el acotamiento. Muchos son niños que acompañan a sus padres que son quienes cumplen una manda o pagan un favor recibido.
Pocos quieren hablar de los favores recibidos por San Judas Tadeo. Sólo atinan a decir que es por un milagro, un favor especial o porque los sacó de un problema, pero no dan más detalles. “Nomás no me tomes fotos”, expresa uno de los devotos que carga con su imagen de San Juditas.
Es parte de la creencia popular decir que San Judas Tadeo es el patrono de aquellos que tienen un modo de ganarse la vida fuera de la ley. Aunque, por otro lado, también entre los policías hay muchos devotos del santo.
También se encuentran devotos que acuden a dar gracias por un problema de salud, porque los ayudó a encontrar un empleo o porque recibieron ayuda del santo para terminar sus estudios.
En las inmediaciones de la capilla hay personas que brindan alimentos a los feligreses. Desayunos que van desde tortas hasta barbacoa, son ofrecidos por familias enteras que llegan a bordo de camionetas de las cuales bajan mesas y ollas donde llevan la comida que reparten entre quienes acuden a la pequeña capilla.
La comida se termina pronto. Los devotos aceptan con gusto los alimentos que les llevan. Además, luego de varias horas caminando y otras más esperando para ingresar a la capilla y estar ahí apenas unos minutos, despiertan el apetito.
Quienes reparten la comida lo hacen por una manda o para agradecer a San Judas Tadeo un favor o porque en el último año han sido bendecidos por él.
Transcurren las horas y los feligreses no paran de llegar a la pequeña capilla, que por lo regular pasa desapercibida para la mayoría de quienes circulan por la carretera, pero que esta fecha se convierte en el centro de la devoción de miles. De hecho, las autoridades estiman en 100 mil los devotos a San Juditas que llegan hasta el recinto religioso.
Las autoridades del municipio de El Marqués implementan un operativo para la ocasión, y así evitar percances que pusieran en riesgo la integridad de los asistentes, que incluso desde el 27 de octubre comenzaron a llegar y que podrán hacerlo aún hasta este domingo.
Primero el frío por la mañana y a partir del mediodía el calor no impide a los devotos llegar hasta la capilla donde se llevan a cabo misas en honor al santo.
El flujo de devotos no para durante todo el día. Por la tarde un grupo de taxistas a bordo de sus unidades decoradas con globos verdes, blancos y amarillos avanza por la lateral de la carretera México-Querétaro rumbo a La Noria.
La devoción a San Judas Tadeo ha crecido en las últimas décadas. Por ejemplo, en la Ciudad de México los devotos se cuentan por miles. Cada 28 de mes acuden al templo de San Hipólito, situado en el centro de la capital del país, para rendir culto al santo.
Quienes ya lograron ingresar a la capilla emprenden el camino de regreso a sus lugares de orígen. Cumplen con su devoción. Aunque hayan estado apenas unos segundos al interior del templo, se van satisfechos tras la obligación.
La fe en el santo, para algunos miles, es importante, tanto para levantarse temprano, caminar durante varias horas y estar unos instantes en el templo y regresar, en espera del próximo año, para volver, si se puede, de nuevo a cumplir con la tradición.