La lengua hñäñhu no tiene el problema de marcar el género de las personas ni presenta las discusiones sobre el lenguaje inclusivo que existen actualmente, explicó Ewald Hekking Sloof, lingüista e investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ).
Para el universitario, mientras la gramática española establece el masculino y el femenino con las vocales “o” y “a”, además de contar con reglas precisas en cuanto a cómo utilizar el singular y el plural; el hñäñhu usa las mismas palabras para referirse a las y los demás, sin importar cuál es su sexo o la cantidad de sujetos de los que se trate, por lo que las controversias acerca de la inclusión en el idioma son inexistentes en este caso.
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Respecto a la solicitud de algunos sectores para desaparecer el género, subrayó que ese dilema, que provoca un análisis constante entre los lingüistas en español, no aparece en el otomí, pues permite una mayor libertad en su uso. Por ejemplo, señaló que ar se puede utilizar para referir “ella” o “él”, igual que har se utiliza para “un” o “una”; mientras que ya se usa sin complicaciones cuando se quiere señalar “las” o “los”, 'ra ya expresa “unas” o “unos”, xambate hace referencia a “una profesora” o a “un profesor” y xadi señala de forma indistinta a “una alumna” o a “un alumno”.
Usar pocas formas en los artículos, dijo el Dr. Hekking Sloof, vuelve más sencilla la transmisión de los mensajes y deja a estas comunidades fuera de las polémicas que hoy viven las personas latinoamericanas respecto a la no discriminación en el habla. Explicó que esto se debe a que los idiomas oto-mangue no tienen una relación con las lenguas europeas o las que se conocen en otros lugares, además de contar con más fonemas, ya que conserva seis vocales y seis consonantes adicionales.
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Sin embargo, el académico consideró que es importante que quienes son hablantes del otomí se pongan de acuerdo en temas como la escritura, porque en la actualidad hay mucha gente que escribe en hñäñhu, pero lo plasma tal cual se escucha, sin una regla acordada previamente, lo que se tendría que perfeccionar con el fin de garantizar normas específicas al momento de reflejarlo en un texto.