La capital impulsa la conservación de la biodiversidad urbana con fragmentos certificados, dijo la titular de la Secretaría municipal del Medio Ambiente, María Guadalupe Espinosa de los Reyes.
Explicó que los Fragmentos de Conservación de la Biodiversidad Urbana son espacios urbanos y periurbanos que buscan preservar la flora y la fauna local para contribuir al mantenimiento de los servicios ambientales afectados por la expansión de la mancha urbana y que se ubican en predios que pueden ser privados, públicos o comunales.
“Tengo que destacar que una de las funciones principales, además de las que ya mencioné, es que pretenden dar conectividad entre las áreas de valor ecológico, incluyendo a las áreas naturales protegidas, y dar más cabida al ordenamiento ecológico del territorio”, señaló.
Cabe destacar que la iniciativa de Fragmentos de Conservación de la Biodiversidad Urbana comenzó en 2022 con 10 espacios, a los que se sumaron 9 más en 2023 y 24 en lo que va de 2024. Además, se planea incorporar 10 fragmentos adicionales en 2025, con el objetivo de cerrar la administración con unos 35 predios más.
Este programa comienza con una solicitud dirigida a la dependencia municipal encargada del área ambiental, responsable de vigilar el ordenamiento ecológico del territorio, la cual remite el caso a la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui, institución que aplica un protocolo de verificación y certificación para estos fragmentos. Los expertos verifican que los fragmentos cumplan con los criterios de certificación, entre los que se encuentran: una extensión mínima de 20 metros cuadrados, la conservación de al menos 80% de sus especies nativas y la posibilidad de realizar prácticas ambientales que permitan la conservación, restauración o preservación de los servicios ambientales que el ecosistema debe ofrecer.