El 40% de los hogares en Querétaro se convierten en infiernos de violencia al cerrar las puertas, violencia contra las personas más vulnerables, niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas mayores, personas con discapacidad y personas LGBTIQ, lamentó Walter López, vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No-Discriminación en el Estado Laico.
Recordó que en junio de este año, durante su visita a Querétaro, el director del Instituto de la Economía y la Paz, Carlos Juárez Cruz, presentó el Índice de Paz México para Querétaro, en el que informó que el estado estaba abajo de la media nacional en delitos que pueden seguirse con las cámaras y la tecnología que tenemos instaladas en las ciudades.
“Pero, y así lo dijo, el gran talón de Aquiles en Querétaro, se da precisamente donde las cámaras no pueden entrar. Estamos hablando de violencias familiares y violencias de género. Esto quiere decir que al cerrar la puerta del 40% de los hogares queretanos se convierten en infiernos de violencia contra las personas más vulnerables: niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas mayores, personas con discapacidad y personas LGBTIQ”, comentó.
Refirió que en septiembre se llevó a cabo el Congreso sobre Abuso Sexual en el Entorno Familiar, organizado por la Fundación Renace Pas, en el que se puso sobre la mesa que en la sociedad queretana y la cultura del Bajío, “los silencios familiares reinan”.
“Estos silencios familiares finalmente han invisibilizado durante muchos años el tema de los abusos y violencias sexuales en nuestro estado. Y es lo que Renace Pas, junto con otras organizaciones, estamos visibilizando”, agregó.
Por su parte, Mónica Gutiérrez, presidenta de la fundación Renace Pas, reveló que en México ocho de cada 10 agresores sexuales se cometen por parientes o personas conocidas cercanas; sin embargo, el 95% de los delitos de violencia sexual no se denuncian o no se abre carpeta de investigación.
Entre los antecedentes que reveló para Querétaro, es que en 2014, alrededor de 23 mil adolescentes entre 12 y 17 años fueron víctimas de algún tipo de agresión sexual, en las que se encuentra el acoso, tocamientos y diversos actos sexuales no consentidos.
De enero a octubre del 2020 se registraron alrededor de 3 mil 581 casos documentados de egresos hospitalarios por violencia sexual; de los cuales, 3 mil 325 fueron niñas y 256 niños.
La víctima que se atreve a hablar y denunciar -dijo-, conoce poca empatía y seguimiento por parte de las autoridades en el estado; particularmente por parte de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos Sexuales y Violencia Familiar de la FGE se ha visto rebasada con las denuncias.