Un paciente de 27 años, en el Hospital General del IMSS en Querétaro, recibió la donación de un riñón.
El paciente fue trasplantado en dos ocasiones por especialistas del IMSS; a los 3 años fue diagnosticado con el Síndrome de Alport, padecimiento hereditario que causa deterioro en riñones y pérdida de la audición y problemas oculares.
“En el transcurso de mi vida, infancia y juventud viví saludablemente, pero llegó un momento que mis riñones dejaron de funcionar; comencé con diálisis peritoneal y hemodiálisis”, explicó el paciente.
La primera vez que recibió un trasplante de riñón Carlos tenía 17 años y fue gracias a su mamá, quien decidió regalarle uno de sus órganos, y tras varios estudios y protocolos se confirmó la compatibilidad, por lo que se logró realizar el procedimiento.
Sin embargo, después de un año y nueve meses, tuvo una infección que le hizo perder el injerto, por lo que retomó la diálisis peritoneal y hemodiálisis por alrededor de ocho años más, hasta convertirse nuevamente en candidato para iniciar el protocolo para un segundo trasplante.
En 2022, recibió la noticia de que era compatible con un donador y se trasladó al Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI del IMSS para iniciar el protocolo previo al trasplante.
Según el IMSS en Querétaro, el joven ha podido retomar sus actividades diarias, y continuar con su tratamiento de forma adecuada al llevar un estilo de vida saludable; además, agradeció a la familia que tomó la decisión de donar los órganos de su ser querido, porque esta acción se convirtió en una oportunidad de vida para él.