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El Consejo Temático de las Mujeres del municipio de Querétaro anunció que se suma a la campaña #DameLaMano consistente en portar un brazalete violeta que significa que esa persona está dispuesta a apoyar a otras mujeres o niñas que se sientan en peligro. La iniciativa comenzó en Argentina.
Cinthya Casarrubias, coordinadora del Consejo Temático de las Mujeres del municipio de Querétaro, indicó que la eliminación de la violencia contra las mujeres es un asunto prioritario, y por eso se unen a la campaña creada en Argentina.
Explicó que en octubre, el Instituto Queretano de las Mujeres registró 334 casos de violencia familiar, 199 casos de violencia física, 190 casos de violencia sicológica, 88 de violencia patrimonial, 31 de violencia comunitaria y 10 de violencia en el noviazgo. Las edades de estas mujeres van de los 10 hasta los 50 años, principalmente, y fue causada por varones cercanos a ellas, en la mayoría de las casos. Incluso, una mujer mayor de 90 años reportó violencia familiar.
“Esta violencia, en 91% de los casos es causada por hombres cercanos a ellas, principalmente parientes. Recientemente la Organización de Naciones Unidas (ONU) solicitó al Estado Mexicano la tipificación del feminicidio en todo el país, pues de acuerdo al diagnóstico, cada día son asesinadas nueve mujeres”, señaló.
Agregó que este informe, elaborado por 23 expertos da cuenta de que las mujeres y niñas mexicanas siguen siendo blanco de la inseguridad, violencia, crimen organizado y tráfico de drogas.
Según el Inegi, abundó, hay un crecimiento en el porcentaje de mujeres que acude a recibir atención médica debido a violencia familiar.
“La violencia es prevenible y nunca aceptable, y con el lanzamiento de esta campaña aportamos un esfuerzo de ciudadanas para ciudadanas, aunque sabemos que la violencia puede reducirse con programas sociales eficaces, promoción de la igualdad de los géneros, acceso a la seguridad y la justicia".
Sin embargo, las activistas apuntaron que violencia contra las mujeres no se podrá erradicar si no existe un cambio cultural impulsado desde los hogares y las familias, llevando tal vez una generación en poder permear un pensamiento diferente e igualitario, pues se normaliza la violencia por su desconocimiento.
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