Para muchos fueron 17 días de caminata desde diferentes municipios del estado de Querétaro para poder arribar este domingo al atrio de la Basílica de Guadalupe.
La peregrinación empezó el 15 de julio y se fue extendiendo hasta este domingo, cuando los cuerpos cansados de las mujeres, se postraron sobre el piso de la basílica.
El suspiro fue largo, agradeciendo que lo habían logrado un años más. Y es que esta fue la edición 61 de esta peregrinación 2023, en donde la madres queretanas venían con un objetivo, dar Gracias y pedir por el prójimo.
Mientras cantaban “dios te bendiga”, abrazaban al compañero más próximo, para desearle paz, salud y prosperidad.
Vestían faldas blancas típicas de la región con bordados de colores.
Guadalupe Ibarra llevaba 17 días caminando, a ella la mueve la fe. Arribó a la capital del país proveniente de Santa Rosa de Lima, perteneciente al municipio de Colón.
Ella llegó con su hermana y dijo que de su municipio salieron pocas personas, apenas 24, pero con mucha fe.
Ella lleva 25 años acudiendo a esta peregrinación, su padre y madre la llevaron por primera vez.
En la explanada de la Basílica casi 20 mil peregrinos escuchaban la misa que se ofició para ellos, unos no soportaban más su cansancio y a ratos dormitaban, pero nunca dejaron de estar atentos a los cantos, a las plegarias que se hacían.
Algunas mujeres se sobaban sus piernas, las heridas que tenían en la planta del pie, cojeaban.
En las inmediaciones de este lugar santo ya se encontraban camiones para trasladar a unos, mientras que otros, esperaban tomar fuerza para poder usar el transporte público y comenzar a planear su regreso.