Los dispositivos de detección de fugas de agua, donados por Microsoft, ya llegaron al estado y comenzarán su instalación en próximos días, esto en 350 kilómetros de la red de agua de la Zona Metropolitana de la capital, informó el vocal de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), Luis Alberto Vega Ricoy.
La empresa colocará sensores con inteligencia artificial cada 100 metros que, a través de la detección de variación en la presión del agua y en la tierra, podrá detectar fugas de agua antes de que se conviertan en un problema visible en las calles e inclusive robo.
“Las fugas son como una enfermedad: siempre van a suceder, quien diga que no va a haber fugas en una ciudad está mintiendo; aquí lo que buscamos es que se haga un ruido en la calle, que se detecte oportunamente. Las fugas visibles es porque ya pueden llevar un mes y hasta causa un socabón”, señaló.
La intención es que las mil fugas al mes que se detectan en el estado se atienden a tiempo, pero sobre todo se reduzca el número de agua que se desperdicia. En cuanto a si se reducirán el número de fugas reparadas, el vocal de la CEA recordó que se espera que los registros de estos eventos se incremente en las primeras mediciones que se realizarán tras su instalación.
Vega Ricoy, cabe recordar, ya había informado que el sistema de detección de fugas ya fue probado en Cadereyta, donde se detectaron 10 tomas clandestinas sumada a la detección de fugas normales. La inversión de la empresa de esta prueba piloto tuvo un costo de 65 millones de pesos para la empresa pues también se trató de una donación.
Se prevé que la instalación de estos aparatos terminará en febrero, y Vega Ricoy consideró que esta será una herramienta más en el marco de las políticas públicas que promueven que sustentabilidad se convierta en una norma empresarial y gubernamental.