Mientras el regreso de la Caravana Migrante, organizado por Migrantes Unidos en Caravana A.C., concluyó el pasado 8 de enero con un saldo blanco, los migrantes enfrentan un futuro incierto ante las posibles nuevas políticas del presidente electo estadounidense, cuyo enfoque genera temor por su discurso crítico hacia la comunidad inmigrante.
El presidente de la organización, Fernando Rocha Mier, señaló que aunque todavía no se han implementado nuevas medidas concretas, el 20 de enero, día en que la administración estadounidense podría dar más detalles de sus planes, será crucial para definir el rumbo de la comunidad migrante.
“La mano de obra mexicana es vital para Estados Unidos; somos parte integral de su economía. Hay contrapesos importantes que podrían moderar cualquier política antiinmigrante”, explicó.
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De acuerdo con Rocha Mier, uno de los mayores temores es la reactivación de redadas masivas o políticas. “No queremos adelantar escenarios, pero las redadas serían el peor de los casos”.
No obstante, el activista destacó que el peso de la comunidad mexicana en la economía estadounidense podría servir como contrapeso. “Los migrantes mexicanos son esenciales. No sólo contribuimos con mano de obra, también somos parte del tejido social y económico de Estados Unidos. Este será un argumento clave ante posibles medidas extremas”, explicó.
El fundador de la Caravana Migrante hizo un llamado a la unidad entre los mexicanos para enfrentar los retos derivados de las posibles nuevas políticas. “México es más grande que cualquier obstáculo. Necesitamos confiar en nuestra capacidad como nación y en la disposición del gobierno federal para proteger a los migrantes”, dijo.
El gobierno de México ha mostrado disposición para responder ante la situación. Consulados en Estados Unidos, liderados por el embajador Esteban Moctezuma, intensificaron sus esfuerzos para atender a los connacionales, mientras que el canciller Juan Ramón de la Fuente realizó una gira por consulados en Dallas y Los Ángeles.
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Rocha afirmó que se trabajará con la subsecretaría de Derechos Humanos y autoridades locales para garantizar que los migrantes no estén desprotegidos. Además, se buscará colaborar con la Comisión de Migrantes en la Legislatura para establecer estrategias de apoyo claras.
“Las familias no son sólo números o estadísticas, son proyectos de vida. Como país, tenemos la responsabilidad de apoyarles y brindarles las herramientas necesarias para salir adelante”, concluyó Rocha.