De acuerdo con el comportamiento de la pandemia, a casi un año de haber iniciado en el estado, una de cada siete personas contagiadas termina hospitalizada; y entre el 6 y 10% de los positivos, fallecen.
“Siempre estuvo en nuestras manos. Cada 24 horas se contagian entre 230 a 300 personas, una de cada siete de estas personas terminar en el hospital; y entre el 6% y el 10% desgraciadamente morirá” indicó el vocero organizacional de Covid-19 en el estado, Rafael López González.
Recordó que existe una evolución de la infección, en donde las defunciones pueden reflejarse hasta tres semanas después de que se conoce de un resultado positivo.
De manera que, cada que sube el número de casos (como ocurrió el 2 de marzo) se puede predecir un incremento en la ocupación hospitalaria y, días después, en las defunciones.
“El 2 de marzo hubo 347 contagios anunciando que debemos esperar hasta 35 lamentables fallecimientos nuevos dentro de los próximos 21 días, los promedios pueden subir o bajar, pero las proporciones permanecerán”, explicó el funcionario.
Por tanto, los rangos de más de 30 defunciones llegarán a finales de marzo, junto con la posible “tercera ola” que desde hace días advierten las autoridades estatales y de la federación.
Rafael López agregó indicó que los indicadores (en el número de casos nuevos y ocupación hospitalaria) regresaron en menos de dos semanas a los rangos del Escenario C; por lo que urgente que las personas refuercen las medidas preventivas para evitar regresar a un confinamiento más estricto.
En el Índice de Modulación de ayer, autoridades estatales informaron que los hospitales de Cadereyta y de Jalpan de Serra dieron de alta camas para la atención de pacientes con Covid-19, en tanto se dieron de baja las del nuevo Hospital General de Querétaro.
Este es el registro en la base de datos que se hace ante la federación, dentro de Red de Infecciones Respiratorias Agudas Graves (IRAG); autoridades sanitarias del estado explicaron que tienen en sistema el número de camas disponibles, con ventilador y sin ventilador, para la atención de pacientes con infecciones respiratorias, lo que permite determinar el porcentaje en la ocupación hospitalaria.