La carta responsiva para que los menores regresen a clases presenciales podría no ser solicitada por las autoridades estatales debido a que los lineamientos a nivel federal se modificaron, explicó Marifer Lizama, vocera de la asociación Abre mi Escuela.

Sin embargo, la asociación civil considera necesario tener un documento que asegure que los niños acuden a clases sanos y que ningún miembro de su familia está contagiado.

“En Querétaro sigue siendo vigente este requisito porque es parte de los lineamientos que marca el estado, no sé cómo se va a manejar, a lo mejor definen algo diferente de aquí al 30 (…) Es algo que nosotros también promovíamos en nuestros protocolos, siempre se ha pedido esta carta”, comentó.

Reconoció que existe una diferencia entre los protocolos que manejan las escuelas privadas y públicas, sobre todo por los artículos de higiene con los que cuentan o pueden ofrecer.

“Una escuela privada puede tener todas las herramientas y tener todas las condiciones para que la seguridad de los niños estuviera garantizada, en las escuelas públicas funciona diferente porque son otros factores los que intervienen”, dijo.

Aseveró, es primordial que primero se supervise cada uno de los planteles que abrirán sus puertas el próximo 30 de agosto para que los padres estén un poco más tranquilos.

Asimismo, Lizama reconoció que los menores se han contagiado más, sobre todo porque no han sido vacunados.

La vocera destacó que el prevenir contagios entre toda la sociedad obedece a un tema de corresponsabilidad.

“Las escuelas no están abiertas y los niños se están contagiando, esto es algo que se ha visto a lo largo de la pandemia, en el momento que hay vacaciones todos nos relajemos y es cuando incrementan los contagios”, señaló.

Las escuelas, dijo, pueden ser lugares más seguros o libres de contagio que los centros comerciales y otras actividades, por la cantidad de lineamientos que deben seguir, entre ellas la cantidad de niños por salón, además del uso de cubrebocas.

Destacó que aquellos padres de familia que no estén seguros de enviar a sus hijos pueden esperar algunos meses más en lo que disminuye la cantidad de contagios; así como hay quienes ya consideran necesario que continúen su educación de forma presencial.

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