Juan Pablo Arroyo Ortiz, subsecretario de Educación Media Superior del gobierno federal, reveló la posibilidad de que no se concrete la segunda dosis de vacunas para los docentes del país en este año, explicó que determinar las fechas, así como si se cambia o no la farmacéutica será un tema que definirá la Secretaría de Salud.
Urgió a los docentes a que no permitan que les asuste los dichos de que es indispensable que reciban la vacuna de refuerzo; aseguró que CanSino genera efectos durante un año, de ahí que sería hasta marzo del 2022 la fecha límite para aplicarla, comentó el funcionario federal.
Detalló que se optó por aplicar la vacuna desarrollada por CanSino derivado de que fue la única farmacéutica que se comprometió a entregar 3 millones de dosis de forma continua, es decir, proporcionar la cantidad suficiente para todos los maestros en el país.
De ahí que, independientemente de cualquier vacuna, resulta forzoso que todo ciudadano mantenga los protocolos recomendados de prevención, entre ellos el lavado de manos.
En otro orden de ideas, Juan Pablo Arroyo Ortiz informó que el 95% del alumnado de educación media superior, en el país, ya regresó a las aulas y la resistencia que se tiene en las escuelas en las cuales opera la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se debe a temas políticos.
Aseguró que entre los esquemas que se adoptaron, en el nivel medio superior, para disminuir los riesgos de contagio, es que la asistencia es parcial, los alumnos de un grupo no asisten todos los días a las aulas.
Por otra parte, admitió que existió deserción escolar a causa de la pandemia por Covid-19, aunque también se incrementó la matrícula de bachillerato en línea y preparatoria abierta, además de que el aumento se debió a que con el confinamiento se establecieron medidas escolares más flexibles.
Sin proporcionar números, comentó que principalmente se observó el aumento en los semestres 3 y 5 del sistema de la Dirección General de Tecnologías de la Información (DGTI).
Dijo confiar que el descenso se debe más al deseo de dar una pausa a la educación y no a un verdadero abandono escolar.
“No podemos ser determinantes de que el abandono es ya fatal, estamos en un periodo de pandemia, muchas familias quieren cuidar a sus hijos entonces, a lo mejor están en receso temporal”, declaró Arroyo Ortiz.