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Las declaraciones que el Papa Francisco realizó sobre las uniones entre personas del mismo sexo fueron mal entendidas, y a lo que se refería es que claramente deben existir leyes que protejan la unión entre personas homosexuales, sin que esto deba entenderse como una demanda para que se autoricen los matrimonios, sostuvo Martín Lara Becerril, vicario general de la Diócesis de Querétaro.
“Un documento de la Congregación para la doctrina de la fe dice expresamente que estas sociedades de convivencia no se equiparan, ni siquiera de modo remoto, al plan querido por Dios sobre el matrimonio y la familia”, aseguró.
Enfatizó que deben existir elementos que legalmente protejan a quienes integran a esas uniones, lo que no quiere decir que se abra la Iglesia a reconocer otro tipo de familias que no sean la nuclear: madre, padre e hijos.
“Habla, precisamente, de las sociedades de convivencia y dice el santo padre es que se necesitan leyes que protejan los derechos de las personas que por sí mismas, de modo individual, ellos no pueden tener una ley que les ampare, es decir, que haya leyes en las cuales a las personas; independientemente de cualquier situación moral, de cualquier tendencia, ideología; que las personas puedan tener derecho a que la ley los proteja”.
Enfatizó que lo dicho no significa que la Iglesia católica reconozca los matrimonios entre personas del mismo sexo.