El comedor del Nuevo Hospital General de Querétaro lleva tres años sirviendo comida en mal estado a pacientes, personal médico y donadores de sangre, lo que ha desatado una serie de protestas y amenazas de paro por parte del personal sanitario.

Trabajadores anunciaron que, de no obtener una respuesta favorable por parte de las autoridades, iniciarán un paro pasivo de labores.

EXIMPROD SA de CV, la empresa encargada de los alimentos en el hospital, ha sido señalada como la responsable de la mala calidad de la comida. Según la doctora Rita Liliana Olguín, del área de Urgencias, el 80% del personal médico ha enfermado de infecciones estomacales, y han exigido que la empresa sea reemplazada en un plazo máximo de 48 horas, o de lo contrario realizarán el paro.

Las autoridades del hospital, encabezadas por su director general, Miguel Ángel Villatoro Padilla, han negado la existencia de “brotes de enfermedades relacionadas con los alimentos”. No obstante, los trabajadores insisten en que la comida está contaminada y que han presentado evidencia fotográfica de la presencia de larvas y moho en los alimentos.

En una imagen de lo que parecía un franco hartazgo, se escuchó un grito de: “¡a ver, ¿quiénes se han enfermado?” y una ola de manos se alzó para reclamar al médico que dirige el nosocomio que aún tiene la etiqueta de “Nuevo Hospital General”, ya que fue fundado en 2019.

Foto: Demian Chávez
Foto: Demian Chávez

Los trabajadores, que cumplen jornadas de hasta 12 horas, exigen una alimentación digna, denunciando que los alimentos que reciben están echados a perder. “El pan está lleno de moho y los frijoles tienen larvas”, declaró uno de los manifestantes. Las condiciones del comedor han sido una fuente constante de quejas durante años, pero a ello se suma otro factor: la atención.


Comida en 15 minutos

En ocasiones, estudiantes de medicina, residentes y el personal sanitario en general puede llegar a tener jornadas que incluyen días; muchos de ellos literalmente “viven” en las instaladoras del hospital. Ahí duermen, comen, estudian y aprenden para poder seguir otorgando atención en el hospital más importante del estado.

Las denuncias, entonces, también van por lo que han considerado un trato indigno hacia un personal que, literalmente, se dedica a procurar y cuidar a los demás. “Tenemos 15 minutos para comer y en la fila te puedes llevar hasta 40 minutos para poder comprar algo; si se te está muriendo el paciente, pues te regresas, aunque no comas”, recriminan.

El personal, de por sí, debe enfrentar urgencias dolorosas; enfermedades que implican que los pacientes decaigan cada vez más; y jornadas de trabajo extensa, pero además se enferman por comida en mal estado y servida por, consideran, un trato grosero por parte de los trabajadores que distribuyen los alimentos.

A veces te niegan hasta un vaso de agua; a las 4 de la tarde ya no te quieren dar servicios; en la madrugada uno a veces necesita un café, agua, algo; y lo que recibimos es un trato indigno, que no solo nos afecta a nosotros, sino también a pacientes, sus familiares y donadores de sangre”, recriminaron.

El trabajo de clase para presionar

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), sección 32 de Querétaro, ha apoyado las demandas de los trabajadores.

Edgar López Gómez, líder sindical, destacó que cerca de 2 mil 573 trabajadores se ven afectados por esta situación, y el sindicato ha impulsado el cambio del proveedor de alimentos como una medida urgente.

Para el sindicalista, este esfuerzo que hizo ya el personal del Nuevo Hospital General de Querétaro, pero también del Hospital General de Cadereyta de Montes —que atiende al Semidesierto queretano—, son muestras de que la problemática está extendida en gran parte de los nosocomios del estado.

Aprovechemos este impulso. Esta problemática ha sido de años; hemos enviado informes y quejas; no hemos sido escuchados; y ahora que han decidido alzar la voz, el sindicato también acompañará este esfuerzo colectivo por cambiar las condiciones, para el personal médico, sí, pero sobre todo para los pacientes”, señaló.

El paro pasivo del personal sanitario del Hospital General de Querétaro podría extenderse a otros hospitales de la región, como el Hospital de Especialidades del Niño y la Mujer, el Hospital General de Jalpan de Serra, el Hospital General de Cadereyta y el Hospital General de San Juan del Río, si no se toman acciones inmediatas para resolver la problemática.

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