Huimilpan, Qro.

En Querétaro continúa la campaña de vacunación contra el Covid-19, dirigida a los adultos mayores de 60 años. La jornada más reciente se realizó en el municipio de Huimilpan, donde la Brigada Correcaminos, integrada por personal de las secretarías del Bienestar, de Salud (Ssa) y de la Defensa Nacional (Sedena) aplicó 3 mil 640 dosis de la vacuna Sinovac.

Óscar López Galván, director regional de Bienestar, percibe con buen ánimo a los adultos que asisten por su propio pie a la aplicación de esta primera dosis. Comenta que poco a poco los propios adultos vacunados aconsejan a sus familiares y amigos sobre los beneficios de recibir la inmunización, despejando así las dudas y temores que muchos adultos mayores tenían al inicio de las campañas de vacunación.

“Los señores vienen con muy buen ánimo, ellos mismos salen de aquí y les cuentan su experiencia a sus vecinos, a otros adultos, les dicen que vengan a ponerse la vacuna, que aprovechen la oportunidad, eso nos ayuda a ir disipando las dudas que han surgido en torno a la vacuna”, afirma.

El número de adultos mayores en el municipio de Huimilpan es visiblemente menor a la de otros municipios de la entidad, por lo que los integrantes de la brigada terminan pasando las 12 horas en la labor social, aunque de cualquier manera el módulo permanece instalado hasta las 15 horas por si acaso algún otro adulto mayor se presenta para recibir la inyección.

La mayoría de los adultos mayores llegan por su propio pie y acompañados de algún familiar. Sin embargo, en dichas jornadas de inmunización se presentan algunos casos particulares; por ejemplo, si algún adulto mayor estuviera imposibilitado para caminar, éste puede ser llevado por sus familiares en algún vehículo y ahí mismo le aplican la vacuna.

Ese fue el caso de una pareja de ancianos que se presentó en el módulo de vacunación en Huimilpan; ambos esposos fueron llevados por sus hijos y vacunados en el mismo auto en el que viajaban. Para esto, una enfermera preparó las dosis necesarias, y escoltada por un elemento de la Sedena, vacunó a la pareja de adultos.

Esperanza de vida

Juan Martínez Pérez es uno de los más de 3 mil adultos mayores que fueron vacunados en la campaña realizada en Huimilpan. El hombre de 71 años asistió con su esposa Guillermina Ayala y ambos recibieron la primera dosis contra el coronavirus.

Juan reconoce que en un inicio tenía miedo, pero considera un deber ciudadano acudir a recibir la dosis de inmunización contra el virus que ha cobrado miles de vidas alrededor del mundo.

“La verdad es que yo creo que a todos nos pasa, ante lo desconocido, pues todos tenemos un poquito de miedo, yo sí estaba algo nervioso, pero veo lo mucho que trabajan los doctores, como todas las personas hacen posible estos días de vacunación, y creo que es nuestro deber como ciudadanos venir a que nos vacunen, es la parte que nos toca como ciudadanos”, refiere.

Para Juan Martínez, recibir la primera dosis de contra el Covid-19 sí representa una ola de esperanza, pues remarca que el último año no ha sido fácil para ellos. Él trabaja como taxista, por lo que a pesar de la pandemia nunca pudo dejar de trabajar, pues de eso depende la economía de su familia.

“Pues el último año hemos hecho lo que podemos, la verdad es que hemos tomado las medidas del cubrebocas, de la distancia, pero en realidad no pudimos resguardarnos en casa como hubiéramos querido, en mi caso, yo trabajo de taxista, y tuve que salir todos los días porque si no trabajo no llevo dinero a casa.

“Claro que es un riesgo, sobre todo por eso de recibir a los pasajeros y demás, pero ¿qué más podía hacer? no tuvimos de otra más que seguir trabajando.

“Sicológicamente, recibir la vacuna es algo muy fuerte, yo sí me siento más tranquilo de saber que ya tengo una protección extra, aunque claro que debemos seguir cuidandonos, pero sí se siente una tranquilidad muy grande”, manifiesta.

Juan pide a los adultos mayores que aún tengan dudas sobre recibir la vacuna, que recapaciten y aprovechen la oportunidad de protegerse del Covid-19.

“Yo sé que da miedo y que muchos tienen dudas, pero el consejo que yo puedo darles es que acudan cuando les toque la vacuna, que se protejan, que aprovechen la vacunación. En las noticias vemos muchas cosas, pero en mi experiencia todo salió muy bien, no me sentí mal, ni vi a nadie que se sintiera mal, fue muy rápido y todos los doctores y enfermeras son muy amables, tienen muy buen trato con todos nosotros”, comenta el hombre de 71 años.

Unen esfuerzos

López Galván pide a la población confiar en el trabajo realizado por las brigadas correcaminos a lo largo del país, pues dice, es un gran trabajo en equipo en donde convergen los tres niveles de gobierno. “Es un gran esfuerzo el que realizamos para llevar a cabo estas jornadas de vacunación, las enfermeras trabajan mucho y muy duro para darle a los adultos mayores la atención que merecen.

“Es muy satisfactorio ver como los tres niveles de gobierno se unen para trabajar juntos, nosotros comenzamos a instalarnos desde las ocho de la mañana, las vacunas comienzan a aplicarse aproximadamente a las nueve, que es cuando las personas mayores comienzan a llegar”, relata.

Como ocurre en otras jornadas, en las instalaciones del hospital o centro de salud se instalan dos grandes toldos para proteger del frío o del sol a los adultos mayores que serán vacunados. En uno de esos toldos se colocan varias filas de sillas plegables, los adultos toman asiento y espera a que les apliquen la vacuna, después deben esperar de 20 a 30 minutos a ver si tienen reacciones; en caso de que no, se pueden ir.

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