Producto de la contingencia sanitaria por Covid-19, se analiza la posibilidad de suspender la peregrinación de este año, indicó Gabriela Siliceo Valdespino, presidenta de las peregrinas.
Explicó que será en conjunto con las integrantes que son representadas por las 12 presidentas de los decanatos, quienes decidirán si se realiza o suspende la peregrinación de Querétaro al Tepeyac,
Valoró que lo mejor sería suspender la peregrinación femenil por diferentes factores; primero porque son 25 mil las participantes registradas, más toda la movilización que generan alrededor; no existe una vacuna para el coronavirus y deben respetarse los esfuerzos que personal de salud realiza para combatir la enfermedad.
Se trata de un análisis que deberá realizar también la columna de hombres y la de ciclistas en conjunto con las autoridades eclesiásticas, para no ser un factor de riesgo tanto para la romería como para las comunidades por las que pase el recorrido. “No estamos hablando de una gripa, no estamos hablando de una influenza, estamos hablando de algo muy, muy contagioso, y creo que también es por respeto de todos los que han estado en la primera línea, los doctores, los especialistas, a todos ellos que están luchando”.
Por separado, la columna de hombres indicó que las autoridades no han suspendido la peregrinación.
Raymundo Reséndiz Martínez, presidente de los peregrinos ciclistas, remarcó que será hasta que se reúnan los presidentes de las tres peregrinaciones con las autoridades eclesiásticas cuando se determinará si las actividades se continúan o suspenden.
Indicó que la peregrinación ciclista se realiza desde 1982 y tiene alrededor de 5 mil integrantes. La peregrinación de hombres cumplió en el 2019 su aniversario 129.
Ya en el 2009 la columna de mujeres debió tomar la decisión de suspender actividades, ante la contingencia sanitaria que se registró producto del virus H1N1,
Si bien, decidieron suspender en esa ocasión actividades, el mes anterior a la fecha que se había programado recibieron un documento, con carácter de urgente, proveniente de la oficina del entonces secretario de gobierno de la Ciudad de México, Marcelo Ebrard, en dicha carta se indicaba que no recibirían a las peregrinas, a menos de que cumplieran con una serie de condiciones: usar tapabocas, no tener malestar de cuerpo o síntomas de enfermedad y mantener una distancia mínima de metro y medio. En ese entonces la distancia iba a ser imposible de cumplirla, ante las 15 mil fieles que se habían programado, y ahora sería también un factor difícil de acatar, pues suman 25 mil las registradas.