Por la pandemia del Covid-19 se solicitó a los municipios que prohibieran la pepena, pues quienes se dedican a esa actividad carecen de protocolos de protección, dio a conocer Marco del Prete Tercero, titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu).
Así lo declaró dentro de su comparecencia ante integrantes de la 59 Legislatura local, por el Quinto Informe de Gobierno.
Es responsabilidad de los municipios establecer y vigilar los esquemas para el manejo de los desechos sólidos durante la contingencia, de ahí que la administración estatal envió un memorándum a todas las presidencias municipales desde inicios de abril, indicándoles acciones que deberían implementar, en especial para el trato adecuado del material usado para combatir el Covid.
“Establecimos que se prohibía la pepena, precisamente porque las personas que se dedican a la pepena no observan las medidas sanitarias. Es responsabilidad de los municipios, en general, y de todos los centros de trabajo, cumplir con los lineamientos específicos técnicos que estableció el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)”.
Entre las medidas establecidas por el IMSS se encontró que los trabajadores deben usar cubrebocas, implementar sana distancia, aplicar constantes medidas de limpieza a profundidad y, cuando se requiera, implementar barreras físicas adicionales, todos elementos de los que deben estar pendientes los municipios y de los que carecen quienes realizan acciones de pepena.
“Además, deben usar goggles, mascarillas, botas, el lavado frecuente de manos, lo que ya sabemos que se tiene que hacer, pero una de las partes importantes fue la prohibición de la pepena por parte de los municipios, que es una responsabilidad municipal
Remarcó que son las administraciones municipales, no el estado, las responsables de los residuos sólidos.
El estado ha inyectado recursos para el eficiente manejo de los residuos por parte de los municipios a través del Programa Estatal de Desarrollo Sustentable y Protección al Medio Ambiente.
“Hemos estado inyectando recursos para los rellenos sanitarios, para la recolección eficiente de los municipios”, dijo.
A pregunta específica respecto a qué programa existe para el adecuado desecho de los cubrebocas, respondió que no se creó, sin embargo, es importante que la población se deshaga correctamente de los cubrebocas, tanto para disminuir los riesgos de contagio como para minimizar el daño que puedan generar al medio ambiente.
“Un cubrebocas no es considerado un residuo sólido de manejo especial, porque no sabemos si estuvo infectado ni (si) proviene de alguna fuente de contagio o de algún centro donde se genere ese tipo de residuos, como puede ser un hospital”, añadió.
Entre las acciones de la Sedesu a favor del medio ambiente también se encontró la firma de convenios de colaboración con 313 propietarios ejidatarios, a favor de la conservación de 2 mil 536 hectáreas de bosques en Arroyo Seco, Jalpan de Serra, Landa de Matamoros, Peñamiller y Tequisquiapan.