Desde el inicio de la pandemia, a la fecha, se han reportaron 425 brotes familiares de Covid-19, de los cuales, 265 (62.4%) están activos, informó Martina Pérez Rendón, directora de Servicios de Salud en el estado.

Estos brotes, recordó, son aquellos que por su convivencia y lazo sanguíneo resultan infectados de SARS-CoV-2 y, en algunos casos, desarrollan síntomas de la enfermedad de Covid.

La funcionaria estatal explicó que a partir del 30 de septiembre, que se intensificó la búsqueda de personas infectadas, también aumentó la detección de casos familiares; siendo éstos y las infecciones de tipo social las que prevalecen en el estado.

“Tenemos un reporte de 425 brotes familiares, a partir de esta situación de intensificar el muestreo y de esta toma de muestra a los contactos hemos identificado más brotes, Querétaro es el que uno de los estados con más brotes familiares del país”, explicó la funcionaria.

Martina Pérez recordó que un brote familiar lleva, por protocolo, un seguimiento hasta de 28 días después de la detección del último caso; es decir, una vez que una persona resulta positiva para este virus, se hacen pruebas a los contactos directos (entre ellos familiares), si alguna otra persona está infectada, ya se considera un brote.

Si en los siguientes 28 días hay otro caso positivo, se comienza nuevamente el conteo regresivo para declarar un brote terminado. Por este periodo de seguimiento, es que los brotes familiares se prolongan por varios meses.

“160 de los brotes están concluidos; después de dos periodos de incubación del último caso se da seguimiento; contamos 28 días, y no hay ningún otro caso se da por terminado el brote”, detalló la funcionaria estatal.

“Tenemos 265 activos, se les continúa dando seguimiento, una vez pasado un mes y no hay casos lo damos por terminado y si continúa alguno, volvemos a contar 28 días”.

Pandemia, en el umbral del escenario C. En cuanto al Índice de Modulación de Covid-19 que presenta el gobierno del estado todos los días, y en el que se actualiza la situación de la pandemia y medidas restrictivas, se ubica a Querétaro en “en el umbral del escenario C” lo que implicaría un nuevo confinamiento, con restricciones similares a las vividas al inicio de la pandemia, en los meses de marzo, abril y mayo.

En la hospitalización, se informa que al cierre del 8 de diciembre, había 41% de ocupación general; un 37.7% de positividad semanal y 2 mil 339 casos activos; un día antes, los activos se contaban en 2 mil 846, dentro del escenario C.

Dicho escenario, identificado como el de contención, contempla una movilidad recudida y confinamiento modulado; actualmente “nos encontramos en un escenario delicadamente estable”.

Otra vez se pide “cancelar todas las actividades no esenciales y reuniones de aquí al 22 de diciembre para tener dos efectos: bajar la ocupación hospitalaria, y al aislarte disminuyen las probabilidades de contagio, lo que se traduce en pensar en ver sin riesgo a un grupo pequeño de familiares durante la nochebuena”.

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