En el estado Querétaro no hay registro de casos de viruela del mono, que es ya es una emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII), informó la Secretaría de Salud (Sesa) estatal.
La viruela símica, dijo la dependencia, no es una enfermedad endémica, por lo que la transmisión es principalmente por contacto estrecho (incluidas las relaciones sexuales) con personas infectadas durante su periodo de contagio o a través de objetos contaminados (ropa, ropa de cama, toallas y otros). Después de la exposición al virus, la persona contagiada permanece asintomática de siete a 14 días antes del inicio de los síntomas.
Los principales síntomas son fiebre de inicio repentino de 38 grados o más, dolor de cabeza, fatiga y debilidad, dolores musculares, inflamación de los ganglios linfáticos, erupciones que aparecen primero en la cara, las manos y poste riormente se extienden al resto del cuerpo.
La secretaría señaló que esta enfermedad se puede prevenir al evitar contacto físico directo con personas infectadas o con sospecha de enfermedad y con los objetos de uso personal y materiales utilizados para la atención médica; lavarse las manos con agua y jabón o emplear gel antibacterial.
La persona enferma debe cubrir nariz y boca con la parte interna del codo al estornudar o toser, evitar compartir alimentos, bebidas, cubiertos y platos. Tanto las personas enfermas como quienes están a su alrededor deben usar correctamente cubrebocas.
El riesgo de contagio también disminuye al lavar con agua tibia y detergente la ropa, toallas y sábanas de la persona enferma y los utensilios para comer; limpiar y desinfectar superficies contaminadas.
En caso de presentar síntomas, se debe evitar acercarse a otras personas y acudir a lugares públicos.
La declaratoria de ESPII atiende varios criterios, no necesariamente porque se trate de una enfermedad grave o de rápida propagación.
La Organización Mundial de la Salud la considera como leve, autolimitada y de baja transmisión. Sus características clínicas, mecanismos de transmisión y velocidad de propagación son considerablemente diferentes a Covid-19.