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Querétaro es uno de los ocho estados que no firmó el acuerdo del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), por lo que será responsable de la operación de su sistema y servicio de salud, tanto en hospitales como en clínicas, tal como ocurre en la actualidad.
El gobernador Francisco Domínguez Servién aclaró que esta decisión no es política ni un capricho, sino estratégica, pues el sistema de Querétaro es sólido, además que seguirá recibiendo los fondos federales que por ley le corresponde en el ámbito de la salud.
“Somos de los ocho estados que no firmamos, si ustedes revisan es entregarle todo al gobierno federal, incluyendo la infraestructura de hospitales, clínicas, pero no es de capricho, ni es político, acabo de hablar con el equipo del sector salud del presidente”, señaló.
Dijo que este sábado el secretario de Salud de Querétaro, Julio César Ramírez Argüello, se reunirá con el titular del Insabi, Juan Antonio Ferrer Aguilar, para hablar del tema.
Aseguró que el estado cuenta con la capacidad para seguir administrando su servicio de salud, además de tener recursos suficientes para invertir más de mil 200 millones de pesos anuales.
Aseguró que el estado está calificado como el mejor del país en cuanto la operación de los servicios de salud, por lo que no es un problema para el gobierno federal el hecho de que la entidad no se sume a la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
“El gobierno federal califica al estado de Querétaro en el sector salud como el más sano de todo el país, entonces nos van a dejar hasta el último a Querétaro; tenemos toda la capacidad, el estado le invierte mil 200 millones de pesos anuales a la salud, y tienen diagnosticado todo el sistema”.
La mañana de este viernes, el Presidente de la República aclaró que la firma del acuerdo del Insabi no es una obligación para los estados, sino voluntario, por lo que respeta la decisión de los ocho estados para no integrarse a la estrategia.
“Estamos viendo problemáticas en diferentes estados del país, desde medicamentos hasta operaciones, el estado no tiene esta problemática y nos van pedir, o de mutuo acuerdo, que Querétaro maneje el sistema de salud, lo vamos a hacer con muchísimo gusto”, dijo.
Francisco Domínguez aclaró que la decisión es exclusiva de cada entidad federativa y no tiene que ver con ningún acuerdo al interior de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) por lo que no repercute en el resto de los estados.
Este año, el gobierno del estado —con el respaldo de recursos federales— pondrá en marcha el nuevo hospital general, edificio que sustituirá al que actualmente funciona en la avenida 5 de Febrero.