El refugio para mujeres que sufren violencia es uno de los proyectos que más satisfacción provoca al Instituto Queretano de las Mujeres, pues se brinda atención integral a las mujeres que han sufrido violencia, afirmó la directora, Valeria Guerrero Ángeles.
Señaló que en este espacio, además de tener atención escolar para sus hijos, se les traza un plan de vida nuevo, que depende mucho de las características de cada mujer, pues puede ser que consiga una red de apoyo con familiares y amigas en otro estado, y en su entorno más cercano.
Si no se puede, dijo, “nosotros reconstruimos mientras ellas están adentro, trabajamos en ese tema, volvemos a contactar familiares, amigos, se les busca un lugar dónde vivir, y se le da seguimiento durante un año”.
Explicó que el refugio es un proyecto en el cual se le da seguimiento muy puntual a la ayuda que se le brinda a las mujeres, es un manera muy tangible en la que se dan cuenta de que una mujer quiere cambiar de vida, donde ya no estará con esa persona que la violentaba, y que quizá no dejaba porque era dependiente económico.
“Tenemos casos donde las hijas y los hijos que llegaron de pequeños que ahora están terminando una licenciatura. Son esas satisfacciones que genera este proyecto”, abundó.
Precisó que pocas las mujeres regresan con sus parejas. Cuando regresan, dijo, lo hacen poniendo muchos límites, y si vuelven a ser violentadas, ya saben qué hacer, eso hace la diferencia.
La formación tradicional es un factor para que las mujeres, en muchas ocasiones, regresen con los hombres que las violentaron. La presión social llega a ser un factor que genera mucha violencia, pero hoy son cada vez más mujeres las que inician las demandas por violencia, y cada vez están quedando más atrás los estereotipos, que al final de cuentas generan un ambiente peligroso para ellas y sus hijos.
Sobre los cambios en las reglas de operación propuestos por el gobierno federal a los refugios para mujeres que han sufrido violencia, Guerrero Ángeles dijo que aunque hubo modificaciones, el existente en Querétaro es administrado por el IQM, no por una organización civil, que fue a los cuales les retiraron los apoyos.
“Hay muchos refugios que son administrados por organizaciones de la sociedad civil, y realmente es una pena [que les retiren los apoyos] porque realmente hacen milagros. La sociedad civil hace mucho del trabajo que el gobierno no alcanza a hacer. El trabajo de un refugio es enorme, porque primero es brindar seguridad, la carga económica es enorme, es un esfuerzo enorme, y cuando no hay recurso federal estas organizaciones literalmente viven de caridad, hacen colectas, porque no tienen otros ingresos.
“Ojalá que los criterios para los recursos, lejos de limitarlos, se solicite mayor corresponsabilidad de las entidades federativas, para que puedan trabajar de una manera más digna”, puntualizó.