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Este año es el de mayor afectación por incendios forestales en la última década, aseguró la Coordinación de Protección Civil del Estado de Querétaro.
El titular de la dependencia, Javier Amaya Torres, informó que el estado ha enfrentado un inicio de temporada sin precedentes, con más de 35 siniestros y una afectación superior a las 2 mil 700 hectáreas.
“Estamos trabajando desde el primer día del año. Normalmente la temporada de incendios comienza en febrero, pero en esta ocasión nos adelantamos más de un mes”, declaró el funcionario. Agregó que en los últimos nueve años no se había presentado una situación de esta magnitud, en número de incendios y superficie dañada.
Protección Civil, dijo, se encuentra en proceso de activar de manera preventiva el fondo de emergencia para atender el incremento atípico de incendios forestales que se han registrado en lo que va del año.
La bolsa de emergencia, detalló, asciende a 60 millones de pesos, no ha sido utilizada aún durante esta temporada. Amaya explicó que ya se están haciendo las gestiones necesarias para ponerla en marcha de manera preventiva y operativa. El objetivo, indicó, es reforzar el equipamiento de atención a emergencias y cubrir los requerimientos que han surgido por intensidad de los incendios.
El fondo de emergencia opera bajo un esquema que permite su reactivación, una vez que se utilizan recursos. La bolsa debe ser rellenada para garantizar disponibilidad constante.
El funcionario detalló que no solo Protección Civil hará uso de estos recursos, sino que también participarán otras dependencias estatales involucradas en tareas preventivas y correctivas, como la Comisión Estatal del Agua (CEA) y Secretaría de Desarrollo Agropecuario.
“La idea es sentarnos y definir en qué rubros se aplicarán los recursos, porque no se trata únicamente de apagar incendios. Hay una parte muy importante que tiene que ver con la prevención y con el fortalecimiento de la infraestructura para combatir estos eventos de manera más eficiente”, dijo.
Respecto a las causas de los siniestros Amaya fue claro: la mayoría son provocados por actividades humanas, como quemas agropecuarias y tala descontrolada. “No sabemos si con buena o mala intención, pero los daños son enormes. Tenemos que empezar por cambiar la cultura del uso del fuego en el campo y ser más responsables con los recursos”, afirmó.
Como parte de las medidas preventivas se contempla el corte de brechas cortafuegos.