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Para conocer cuántos automovilistas respetan la luz ámbar y roja de los semáforos, el Observatorio Ciudadano de Movilidad (OCM) realizó una medición en diferentes cruceros de la capital, observando que sólo 4.3% de los conductores desaceleraron, frenaron o hicieron alto total con dichos colores, informó el vocero de la organización, Sergio Olvera León.
Indicó que el restante 95.7% aceleró al notar los cambios de luces; de ese porcentaje, el número más frecuente de automovilistas que no detuvieron su marcha fue de dos; tres automovilistas cruzaron luego de la señal de detenerse, y un conductor ignoró la luz en rojo.
Expresó que “la cultura vial a la queretana” son comportamientos inadecuados, que se presentan desde la década de los años 50, cuando el automóvil era el signo absoluto de la modernidad, y a través del cual se asoció la movilidad únicamente a los desplazamientos en vehículos de motor ignorando las otras formas.
Situación que a la fecha se sigue padeciendo y que pone en riesgo de lesión o incluso de muerte a las personas que se desplazan en bicicleta o a pie.
“La cultura vial queretana indica que un semáforo con luz verde parpadeando y luz ámbar es indicativo de acelerar para salvar/evitar la luz roja (...) La multa por ignorarlo es de 10 a 20 Unidades de Medida y Actualización (UMA), cuyo valor unitario para el ejercicio fiscal 2024 es 108 pesos con 57 centavos”, explicó Olvera León.
El muestreo se efectuó en cruces de la ciudad durante 60 minutos en los cuales se lograron más de 800 mediciones.