La rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca, visitó la Granja Experimental Porcina de esta Casa de Estudios, ubicada en el campus Amazcala, para verificar el estado en el que se encuentran los 31 ejemplares de la especie porcina que llegaron a dicho espacio universitario: 30 son hembras con un peso promedio de 40 kilogramos y un macho de 69 kilogramos.
Al respecto, Tércia Cesária Reis de Souza, coordinadora Académica del Área de Ciencias Naturales y Exactas de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la UAQ, explicó que los cerdos fueron adquiridos gracias a un proyecto del Fondo Mixto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el Gobierno del Estado de Querétaro, con el que también se financió la construcción de la granja Experimental Porcina y la alimentación de estos animales para su primer año de vida.
Por su parte las hembras son de la línea genética Hypor, resultado de una cruza de la línea Landrace y Largewhite. Fueron genéticamente seleccionadas para lograr una alta productividad, alcanzando 2.3 partos por año y una alta prolificidad con camadas de 12 lechones en promedio.
El macho es de la raza Largewhite, descendiente de machos probados con un libido óptimo, alta capacidad reproductiva, elevada velocidad de crecimiento y producción de carne con poca grasa.
Se espera que estos animales alcancen la madurez reproductiva y se desarrollen como pie de cría para la producción de carne de cerdo.
En aproximadamente dos años, también producirán hembras que deberán ser seleccionadas para reemplazar a sus madres, cuando empiece a decaer la productividad de estas.
El macho inicialmente será utilizado como padre de las primeras generaciones, pero posteriormente, para evitar la consanguinidad se utilizará la práctica de inseminación artificial en la granja experimental; además, servirá para reconocer a las hembras que presenten celo.