En Querétaro ya quedaron suspendidas todas las actividades pastorales, entre ellas fiestas patronales, celebraciones litúrgicas y de “piedad popular de Semana Santa”, informó el obispo emérito y administrador diocesano de Querétaro, Mario de Gasperín Gasperín.
La medida, destacó, es para “atender la emergencia sanitaria por Covid-19 indicada por las autoridades civiles”.
También se suspenden hasta nuevo aviso todo tipo de actividades parroquiales, como son retiros, asambleas, talleres, cursos y catequesis presacramental.
Pidió a los fieles seguir las misas dominicales a través de las plataformas digitales, radio y televisión, debido a que los sacerdotes celebrarán la eucaristía de manera privada.
En cuanto a las celebraciones especiales, como 15 años, bodas y funerales, se buscará un diálogo comprensivo entre los solicitantes del servicio religioso y el párroco para ver si se agenda en otro momento o se celebra con las debidas precauciones, sin aglomeraciones.
El obispo agregó que los templos parroquiales, capillas, santuarios y rectorías, permanecerán abiertos de manera habitual aplicando medidas de seguridad e higiene, “a fin de que los fieles no se vean privados de un espacio donde puede realizar oración de manera individual, aunque si el inmueble llegara a ser fuente de contaminación se cerrará atendiendo el dictamen de la autoridad sanitaria”.
Uno de los eventos de Semana Santa de mayor tradición es el Viacrucis de La Cañada, el cual será suspendido, informó el secretario de Gobierno de El Marqués, José Belén Robles Campos.
Dijo que esta decisión se tomó en conjunto con la Diócesis de Querétaro y el grupo Tribunales de Jesús, el cual lleva la organización anual de este viacrucis.
“Es por sumarse a las medidas propuestas por los sistemas de Salud y evitar posibles contagios por la gran concentración de personas en estas celebraciones”, dijo.
Manifestó que el Viacrucis de La Cañada es un evento que se realiza de manera ininterrumpida desde hace más de 50 años, por lo que también forma parte de las tradiciones e idiosincrasia de la población marquesina, pero se consideró que en este momento las condiciones exigen privilegiar la salud de los habitantes.