Hoy es 2 de febrero, Día de la Candelaria, una fecha de mucha tradición y devoción, pero ¿qué sería de este día sin unos deliciosos tamales? Por eso, en EL UNIVERSAL Querétaro te traemos algunas opciones para que disfrutes de esta celebración en compañía de tus seres queridos y por supuesto, degustando de unos ricos tamales 100% queretanos.
Para empezar te contaremos porqué es importante este día; de acuerdo con la tradición católica, la Candelaria se celebra 40 días después de la Navidad, es decir, el 2 de febrero, y se cree que este día fue cuando la Virgen María se purificó después del nacimiento de Jesús, este día también está asociado con la Virgen de la Candelaria y marca socialmente la conclusión de las fiestas decembrinas.
Según las creencias de los aztecas, el 2 de febrero da inicio a la temporada de siembra, por lo que nuestros antiguos antepasados realizaban algunas ofrendas a los Dioses para pedirles un buen año de cosechas, por ello elaboraban alimentos a base de maíz, ya que consideraban este alimento como algo sagrado. con el paso de los años la tradición se modificó un poco, por lo que ahora se suele comer tamales en esta fecha.
En el estado de Querétaro hay muchas personas que venden tamales durante todo el año, pero en el municipio de Querétaro, específicamente en la calle Arteaga, la cual se ubica en el centro y colinda con el templo de Santa Rosa Viterbo, es la conocida “Calle de los Tamales”, y es que ahí se encuentran varios negocios con una amplia tradición en la elaboración de este platillo.
Tamales La Cruz
Uno de los negocios con más tradición son los tamales La Cruz, donde venden estos alimentos desde 1968, y por ello se han ganado la preferencia de cientos de personas.
Jenny Antonio Miranda, de 37 años, explicó que este es un negocio completamente familiar, el cual ha pasado de generación en generación, y fue fundado por Ana Luz Martínez y José Paulin, quienes fueron los primeros en instalarse en esta calle a vender tamales, hace más de 50 años. Ellos le enseñaron el negocio a su hija Ana María Paulin, quien a su vez se lo enseñó a su hijo Rodolfo Paulin, y éste se lo enseñó a su esposa Jenny Antonio, y ahora ellos dos se lo enseñan a sus hijos para que así puedan continuar con el legado.
La entrevistada explicó que el 2 de febrero es la fecha de más venta para quienes se dedican a la venta de estos alimentos, y dijo que en promedio cada día de la Candelaria, ya con los encargos y la venta del día, llegan a vender hasta más de tres mil piezas.
Por lo anterior, es previo a este día que al menos en su local aumentan el horario de trabajo, e incluso algunas de las personas que ayudan en la preparación de los alimentos no suelen dormir para tener todo listo para la venta matutina del 2 de febrero.
Detalló que en su negocio cada tamal cuesta entre 26 y 32 pesos por pieza, y se enfocan en los sabores tradicionales: rojos, verdes, de rajas con queso, dulces, mole con pollo, verde con pollo, rajas con queso, costilla en salsa morita y costilla en salsa verde.
Atoles venden de varios sabores, que van desde los tradicionales de guayaba, chocolate y arroz; aunque en otras temporadas del año también comercializan atoles de nuez, limón, mandarina con cempasúchil, naranja, almendra, amaranto, rompope, entre otros.
Unos tamales muy exóticos
Otros tamales que también se ubican en la calle Arteaga son los que vende Tania Jiménez, de 38 años, quien actualmente ayuda a vender los tamales que su cuñada Gabriela Luna elabora. Este también es un negocio familiar, pues fue la señora Blanca Luna, madre de Gabriela y suegra de Tania, quien inició con la tradición de preparar tamales, y aunque en la actualidad la señora Blanca ya falleció, sus familiares continúan con la herencia de preparar y vender estos ricos alimentos.
Tania dice que durante todo el año preparan los tamales sólo por encargo; sin embargo, días previos al 2 de febrero, suelen colocarse a vender en la calle Arteaga.
Explicó que si bien preparan los tamales típicos como son los rojos, verdes o de dulce, una de las características más importantes de su emprendimiento es que su cuñada suele preparar tamales considerados como “exóticos”, ya que ofrecen sabores como arándano con vainilla, zanahoria, óreo, café, cajeta, chocolate o hasta crema de cacahuate.
Cabe decir que los costos de los tamales rondan entre los 25 y los 30 pesos cada uno. Tania comentó que en un día normal suelen vender en promedio 150 piezas; no obstante, para la Candelaria su venta incrementa hasta las 500 piezas promedio.
El buen sabor en un triciclo
A veces no siempre el contar con un local establecido es sinónimo de tener un buen negocio y una buena sazón, y así lo ha demostrado la señora Guillermina Chavero, quien desde hace más de 30 años elabora tamales en su hogar, ubicado en la colonia Cerritos, y cuya familia le ayuda a distribuirlos en diferentes puntos de la capital queretana.
Brayan Mendoza, de 17 años, nieto de la señora Guillermina, es quien por temporadas le ayuda a vender los tamales en la calle Arteaga, apenas con una pequeña mesa de plástico, una bicicleta y un banquito.
Explicó que en la conocida “Calle de los Tamales” ellos también se colocan a vender tanto por la mañana como por la tarde; sin embargo, es por la noche cuando llega la señora Guillermina a vender directamente y es aproximadamente a las 10 de la noche que se retira a su hogar.
Ellos se enfocan en la preparación de los tamales más tradicionales como son los verdes con carne de puerco o de pollo, rojos, rajas con queso y dulce de fresa. También ofrecen atole a sus clientes y estos pueden ser de coco, arroz con leche, champurrado, nuez, guayaba o fresa.
Los precios de los tamales son de 23 pesos y los atoles van de los 23 pesos hasta los 50 pesos, dependiendo el tamaño.
Estas son sólo algunas opciones de la amplia variedad de tamales que en Querétaro se tiene para ofrecer, por lo que si este 2 de febrero usted desea comer tamales y ya sea que haya hecho pedido previo o no, estamos seguros de que en la “Calle de los Tamales” podrá encontrar este delicioso alimento con mucha tradición y a un muy buen precio.