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El Sindicato Único de Personal Académico de la Universidad Autónoma de Querétaro (Supauaq) rechazó la propuesta de incremento salarial de 4% que les ofreció la rectoría, por lo que aumenta la posibilidad del estallamiento de la huelga para el próximo 1 de marzo, informó el secretario general, Ricardo Chaparro Sánchez.
El líder sindical dijo que la rectoría al realizar su propuesta pasó por alto temas como el encarecimiento de los productos y los gastos que los docentes debieron asumir para continuar con clases de manera virtual.
Además, la asamblea del Supauaq le indicó que deberá reiterar la solicitud de incremento salarial de 10% que se marcó en el emplazamiento, aunque dijo que es imposible aceptar una propuesta que esté por debajo de la inflación, la cual está marcada en 7.35%.
Recordó que el aumento máximo que se autorice a uno de los sindicatos se deberá replicar para el otro, por lo cual busca solidaridad por parte del Steuaq para no aceptar el 4%.
“El análisis que en la asamblea hacen algunos de los docentes, especialistas en términos económicos, es que lo necesario para resarcir la pérdida del poder adquisitivo es el 10% (...) En la asamblea del lunes se reitera la petición, algunos profesores hacen énfasis en no reducirnos debajo de la inflación y me parece que es uno de los parámetros críticos, que evidentemente pone a la Universidad Autónoma de Querétaro en un tema de posible estallamiento de huelga”, comentó Chaparro Sánchez.
Según las cifras presupuestales de la universidad, esta cuenta con capacidad para autorizar el aumento, comentó Chaparro Sánchez, toda vez que los últimos años logró incrementos presupuestales, aumentó el monto de las inscripciones e incluso destinó, dentro de la pandemia, 130 millones de pesos al año para contratar a 100 personas.
Consideró que la UAQ podrá cubrir el incremento solicitado si es que realiza un ejercicio de redistribución de sus recursos.
Detalló que la próxima reunión con la universidad se programó para el martes 15 de febrero, a las 12:00 horas.
Añadió que los números expuestos respaldan que la solicitud de incremento salarial tiene como base datos reales y no trasfondos políticos.
“Trasfondo político no tiene ninguna razón de existir, no estamos en tiempos políticos, ni siquiera al interior de la universidad (...) Sí estamos en una situación grave de pandemia, que todos hemos vivido (…) Los docentes universitarios no hemos dejado de trabajar y la inversión para seguir dando clases es una inversión que se realizó desde el bolsillo de los docentes”, subrayó Chaparro Sánchez.
Agregó que este aumento se pide para mil 900 docentes agremiados, de los cuales mil 300 de ellos están en activo.