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Un grupo de jóvenes se manifestó ayer por la tarde en las inmediaciones de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), acusando a las autoridades universitarias de solapar la violencia en Querétaro, esto en respuesta a la convocatoria reciente de una marcha por la paz organizada por la casa de estudios y la exrectora Teresa García Gasca, tras la masacre ocurrida en el bar Los Cantaritos el pasado 9 de noviembre, donde 10 personas fueron asesinadas.
Los inconformes criticaron que, mientras la universidad promueve una marcha por la paz, supuestamente ha guardado silencio frente a la represión interna y los problemas de seguridad en la región. En su pronunciamiento, señalaron la cercanía entre la UAQ y las autoridades estatales, y denunciaron un “estado policial” que no ha garantizado la seguridad de los ciudadanos, calificando al gobierno local como un “estado fracasado”.
Según señalaron durante su recorrido, es criticable que la rectora Silvia Amaya Llano no haya dado pronunciamientos inmediatos por la detención de estos estudiantes; se señaló nexos de la Secretaría de Cultura del gobierno estatal con instituciones israelíes; también se rechazó que García Gasca encabece la manifestación del sábado en honor a los fallecidos el fin de semana por sus antecedentes como rectora de la UAQ.
La manifestación hizo paradas en la Rectoría; el Centro de Las Artes de Sueretaro, donde está la Secult; el antiguo Palacio del Ayuntamiento en el Jardín Guerrero, y finalizó en Plaza de Armas, frente al Palacio de Gobierno, señalando las contradicciones en el discurso estatal en un Querétaro que, dijeron, ha dejado de ser seguro desde hace mucho.
Asimismo, diversos colectivos se movilizaron marchando sobre avenida Hidalgo hacia el centro de la ciudad en solidaridad con el pueblo palestino.
Los manifestantes, con banderas palestinas y consignas como “¡Israel es genocida!” y “¡No es guerra, es genocidio!”, protestaron en contra de las acciones militares de Israel en la Franja de Gaza, las cuales, según denuncian, han dejado miles de muertos y millones de desplazados.
Cabe destacar que esta manifestación en apoyo a Palestina no es un evento aislado. El pasado 11 de octubre, tres estudiantes de la UAQ denunciaron haber sido detenidos de manera arbitraria por la Policía Estatal tras desplegar una bandera palestina en una manifestación pacífica durante un evento de ONU-Hábitat en el Centro Cultural Gómez Morín. Los jóvenes afirmaron que, pese a retirarse del lugar de manera voluntaria, fueron interceptados y detenidos por varias patrullas, lo que generó críticas por el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades.
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