Si bien actualmente la industria espacial mexicana está dando sus primeros pasos, lo que la academia hace es convencer a la industria aeronáutica localizada para que den el salto y evolucionen o traigan sus portafolios de negocios espaciales que están en otra parte del mundo.

Para ello, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Juriquilla, ofrece la carrera de Ingeniería Aeroespacial, por primera vez en Querétaro, dijo Jorge Alfredo Ferrer Pérez, profesor titular D, del Departamento de Ingeniería Aeroespacial de la Unidad de Alta Tecnología de la Facultad de Ingeniería de la máxima casa de estudios en la entidad.

Él también es coordinador del laboratorio nacional de Ingeniería Espacial y Automotriz del Conacyt y la Facultad de Ingeniería, señala que desde 2003 detectaron que hay un auge de la industria aeroespacial mexicana. A partir de ahí existieron varias instituciones de educación superior que ofrecieron programas de estudio relacionados a esta industria.

El investigador, cuyas líneas de investigación son pruebas de certificación espacial, propulsión espacial y sistemas de control térmico de satélites, muestra la cámara de vacío (única en México) que simula las condiciones del espacio exterior que tienen en el laboratorio, donde prueban las resistencia de materiales de los que construirán los satélites. También muestra la cámara anecoica, donde se prueban que los diferentes dispositivos electrónicos no tengan interferencias entre ellos.

En 2020 se creó la carrera de Ingeniería Aeroespacial en la Facultad de Ingeniería de la UNAM, en Ciudad Universitaria. Ahora, el 14 de agosto la carrera comenzará a impartirse en el Campus Juriquilla.

Ferrer Pérez agrega que algo muy interesante de la carrera es que además de la formación “dura” tendrá una materia para desarrollar la inteligencia emocional, para obtener las llamadas “habilidades suaves”.

“Tendríamos Ingeniería Aeroespacial ofertada, por primera vez, en el estado de Querétaro para todos los interesados. En este momento tenemos 18 alumnos ya inscritos. Tuvimos 60 postulantes que tuvieron que pasar por entrevistas y exámenes. Después de todo eso se toma la decisión y se selecciona, con base a una rúbrica, a los alumnos que fueron aceptados”, explica.

Los exámenes comprenden matemáticas, lectura y redacción, inglés y una entrevista donde se les pregunta por qué quieren esa carrera y qué les gustaría a futuro.

Señala que Ingeniería Aeronáutica es la ingeniería que se encarga del diseño, desarrollo, operaciones de vehículos como aviones, helicópteros que operan en la atmósfera terrestre. Por otro lado, se tiene la ingeniería espacial especializada en la manufactura, pruebas y operación de vehículos que operan fuera de la atmósfera terrestre.

“Estamos hablando de satélites, la Estación Espacial Internacional. Si junto estas dos áreas (aeronáutica y espacial) me origina la llamada Ingeniería Aeroespacial, que junta ambas áreas. Entonces, puedo hablar tanto de vehículos que operan en la atmósfera, como vehículos que operan en atmósferas extraterrestres”, indica.

Lo importante es que al existir industria aeroespacial en México requiere de profesionales. El campo de desarrollo es amplio, pues no sólo se puede desarrollar en la industria aeroespacial civil y militar, pues este segmento “toca” otras industrias, como la automotriz, manufactura, nanotecnología, legislación, nuevos materiales.

Dice que, por ejemplo, especialistas en este tipo de ingeniería encuentran espacio en la industria automotriz, pues se comparten ciertos procesos. Esto se puede llevar para construir un vehículo y el mismo proceso puede llevar a la construcción de un satélite o un avión.

“Hay trabajo en el país, pero hay que conocer el sector para entender cuáles son las necesidades y con eso irse. Los alumnos y los futuros ingenieros aeroespaciales se pueden desarrollar tanto en la parte aeronáutica, como en la parte espacial, o en la parte automotriz, o incluso haciendo investigación o siendo emprendedores”, precisa.

Esta tecnología está más presente en el día a día de la sociedad de lo que se cree. Toda la electrónica o los sistemas de navegación vía satélite funcionan gracias a la ingeniería aeroespacial. Ver una fotografía satelital o un GPS es fruto de esa investigación. Pero la sociedad no siempre lo sabe.

“Muchas veces nos cuesta trabajo hacer los enlaces (con la sociedad). Desafortunadamente, a la juventud le gusta las cosas rápidas. He escuchado a muchos jóvenes decir que quieren ser influencer o youtuber. Ese es el problema, muchos de ellos quieren todo rápido, van a ser nuestros futuros médicos, técnicos, ingenieros. De repente que a uno de ellos no le gusten las matemáticas por cualquier razón, quién va a construir. Mucho tiene que ver que en la escuela no tenemos los ejemplos adecuados o los contactos que nos permitan disfrutar de tópicos complicados que son fabulosos”, agrega.

La industria aeroespacial está más cercana a la sociedad de lo que se imagina: Navegadores satelitales, fotografías para georreferenciar, micas de lentes, son parte de esa tecnología.

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