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El cuidado del medio ambiente, la sustentabilidad, la economía circular, la igualdad y equidad de género, así como adaptarse a las nuevas formas de comunicarse y relacionarse de los alumnos, son los retos que enfrentan las universidades e instituciones de educación superior en México, asegura Jesús Manuel Dorador González, secretario general de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES), Unidad Juriquilla, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El académico señala que estos temas se están convirtiendo en transversales a las carreras que se imparten actualmente.
Ahora los alumnos de la ENES ya cursan una asignatura sobre sustentabilidad, en todas las carreras. Lo mismo sucede en temas de igualdad y equidad de género, de respeto a las mujeres, a los hombres y a todas las diversidades.
“Ese es otro gran reto, donde tenemos que entender que ya la sociedad no es la misma que hace 100 o 200 años, sino que ha cambiado y nosotros tenemos que adaptarnos y tenemos que entender cómo funciona. Ese es otro gran reto de la educación: el machismo ya no es aceptable. Nunca debió serlo. Necesitamos cambiar la forma de pensar, en una inclusión real en la que también las personas con alguna discapacidad reciban los mismos derechos y las mismas oportunidades”, destaca.
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En un plano más directo, añade, el alumnado en las carreras vivió su preparatoria o secundaria en pandemia. Los que estudiarán en unos años lo hicieron en primaria, y esos dos años de aislamiento cambiaron mucho la forma de relacionarse, muchas no saben hablarse entre ellas, prefieren chatear.
“Antes se decía que en México estábamos muy mal, que lo único que se leía era el Libro vaquero. Ahora ya ni eso. Ahí hay un cambio muy importante también y que nosotros tenemos que atender y estar conscientes de que la forma de aprender es distinta, la forma de relacionarse es distinta y los profesores tenemos que ajustarnos y entender cómo transmitir esos conocimientos a los alumnos.
“Pero no nada más son conocimientos los que se transmiten en la universidad, son habilidades, aptitudes y actitudes. Tenemos que lograr una formación integral de los alumnos, para mantener al mismo tiempo una sociedad unida y no dividida, como nos estuvo pasando en los últimos años por instrucciones presidenciales. Fue terrible y es un gran reto que nosotros tenemos que atender para lograr esa unidad. Esperemos que el nuevo gobierno nos ayude y no siga siendo una dicotomía de la sociedad. Tenemos mucho que hacer”, enfatiza.
Del mismo modo, destaca, “la educación superior en instituciones como la UNAM es un factor de movilidad social importante, donde se busca que una persona que tiene el talento y la capacidad pueda formarse y tener una carrera profesional aunque no tenga dinero en su familia, por eso ese factor de movilidad social y por eso la UNAM tiene ese factor que ayuda a que nuestra sociedad vaya creciendo, vaya cambiando y se vaya profesionalizando y es parte de lo que estamos buscando aquí, en Querétaro, con educación de altísimo nivel impartida por profesores e investigadores y profesores de asignatura que trabajan en la industria, en la vida profesional, que ayudan a formar a los muchachos”.
Proyecto de más de 10 años
La ENES es un proyecto que comenzó la UNAM hace más de 10 años, para tener una descentralización real de su oferta a nivel licenciatura, porque la Universidad ya tiene prácticamente oficinas en todo el país y en Querétaro tiene el campus Juriquilla desde hace más de 30 años, y que se había dedicado a cuestiones de investigación, con centros, institutos, unidades de altísima especialidad y muchos son referentes a nivel internacional, pero hace 10, la UNAM decidió llevar la oferta a nivel licenciatura más allá del Valle de México, comenzando en León, Guanajuato, y Morelia, Michoacán, con tanto éxito que se crearon las ENES Mérida, en Yucatán, y la ENES Juriquilla, en Querétaro, para llevar esta oferta educativa a todos lados. Está por autorizarse una ENES más, ahora en Oaxaca, por lo que este modelo sigue creciendo.
“Las ENES se basan en el modelo que se creó hace muchísimos años en la UNAM con lo que son ahora las Facultades de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán, Acatlán, Iztacala, Aragón, que son escuelas que no se dedican a una sola disciplina, sino que son multidisciplinarias, por lo tanto este modelo permite que los alumnos que están estudiando alguna ingeniería convivan y trabajen con alumnos del área médico-biológica o del área de las ciencias sociales, y con ese mismo modelo de interdisciplinariedad se crearon las ENES”, explica.
Detalla que para que una escuela se convierta en facultad es cuando empieza a graduar doctores a nivel posgrado. En estos momentos se analiza que esto pase con la ENES León, y que en Juriquilla suceda en un periodo de cinco a 10 años.
“Tenemos oferta de nueve licenciaturas. Las dos primeras, Ciencias de la Tierra, y Tecnología, ya existían en el Campus Juriquilla y dependían de la Facultad de Ciencias y del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, respectivamente”.
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La ventaja de colaborar con los diferentes institutos es que los alumnos tienen contacto desde los primeros semestres de la licenciatura con investigadores que están en la frontera del conocimiento, lo que los anima a formarse todavía mejor.
De las licenciaturas más recientes están Matemáticas Para el Desarrollo, junto con el Instituto de Matemáticas; y la Licenciatura en Negocios Internacionales, dentro de las Ciencias Sociales, en donde trabajan en coordinación con la Facultad de Contaduría y Administración, en Ciudad Universitaria.
En la ENES Juriquilla hay carreras únicas en México, como es la Licenciatura de Órtesis y Prótesis. Sólo hay otra escuela en América Latina que ofrece esta carrera, y con la cual ya están haciendo convenios de colaboración.
“Con estas licenciaturas nosotros buscamos ayudar a la formación de los profesionales que requiere nuestro país en las distintas áreas del conocimiento, tanto en las ingenierías, como en la parte tecnológica, en la parte de ciencias de la salud y en negocios internacionales”, puntualiza.
