La temporada de incendios forestales continúa azotando a Querétaro, con 692 hectáreas de terreno afectadas, según informó el coordinador estatal de Protección Civil, Javier Amaya Torres. La cifra corresponde a un total de 30 incendios forestales registrados, muchos de los cuales han tenido lugar en las zonas serranas del estado, áreas especialmente vulnerables durante la temporada de calor.
Explicó que la mayoría de los incendios son atribuidos a la actividad humana, y aunque las altas temperaturas de esta época del año contribuyen al fenómeno, las ráfagas de viento típicas de la temporada han acelerado la propagación de las llamas.
“Tenemos una temporada muy activa. Muchos de los incendios han comenzado en la tarde-noche, lo que nos lleva a suponer que son provocados por personas, y no por radiación. No sabemos con certeza cuál pueda ser la intención detrás de estos actos”, detalló.
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El coordinador también destacó la complejidad de la situación, ya que los incendios no sólo están amenazando los ecosistemas naturales de la región, sino también las poblaciones cercanas. “La zona serrana está particularmente en riesgo, y algunas áreas pobladas también están bajo amenaza”, comentó. Además, resaltó que la labor de los brigadistas y personal de Protección Civil se ha visto complicada debido a la proximidad de los incendios a comunidades y la constante exposición al peligro.
Amaya Torres hizo un llamado urgente a la ciudadanía para que evite realizar quemas de pastizales, encender fogatas o llevar a cabo incendios controlados, ya que estas actividades, que en principio podrían parecer inofensivas, suelen descontrolarse rápidamente y generar consecuencias graves.
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“Las condiciones actuales requieren de la colaboración de todos. La prevención es clave para evitar que estos incendios sigan afectando a Querétaro”, concluyó.