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La violencia intrafamiliar incrementó en 188% de 2015 a 2020, esto de acuerdo con el resultado de la investigación que realizó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y con base en datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, (SESNSP).
Teresa Navarrete, Investigadora en Prevención del Delito del Centro de Excelencia para Información Estadística de Gobierno, Seguridad Pública, Victimización y Justicia (CDE), especificó que a pesar de haberse registrado ese incremento, de 2019 a 2020 hubo un decremento del 4.1%.
“Del total de registros, en 2020 hubo mil 492 casos, en 2019 mil 556 en cuanto a las carpetas de investigación que tiene el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, comentó”.
Aun así, dijo, sí hay un incremento de denuncias, ya que en 2015 había 518 registros.
“Esto siempre será una polémica que nosotros nos cuestionamos, si es porque hay mayor violencia, o hay más conciencia para reportar (…) En el municipio se ha trabajado para que cada vez sean más las personas que quieren denunciar”, agregó.
Asimismo, en el tema de consumo de drogas, especificó que de acuerdo con las cifras recolectadas de Centros de Integración Juvenil, en 2017 fueron atendidas 240 personas de las cuales el 45.4% eran jóvenes entre 15 y 19 años.
“En este caso, en el diagnóstico de 2019 identificamos en trabajo de campo y hospitales la preocupación porque el tipo de drogas más usadas son los solventes y lo corroboramos con el centro de integración juvenil”, destacó.
Recalcó que, el acceso más fácil al que tienen las personas jóvenes son las drogas sintéticas y los inhalantes, además de que son estudiantes de nivel básico y media superior.
Por lo anterior dijo, es que se quieren impulsar diversos programas para prevenir este tipo de conductas, uno de los proyectos piloto que se han aplicado en la capital queretanaes Juega Vive, donde trabajaron con alrededor de 200 jóvenes entre los 13 y 18 años.
“En Juega Vive, el grupo de tratamiento fue de 157 jóvenes, la meta eran 200 por la pandemia no se lograron, terminaron el programa 144”, explicó.
La intención es replicar este tipo de programas en mayor escala y en otros municipios para conocer el impacto real de la ayuda que se le brinda en el desarrollo de habilidades para la vida, promover la resiliencia y minimizar factores de riesgo que enfrentan en su entorno a partir de sesiones deportivas orientadas a la reflexión.